Educación Cádiz

«Los alumnos brillantes han dejado de vivir para sacar buenas notas»

El profesor Manuel Rey, tutor de Bachilerato en el IES Fernando Aguilar de Cádiz, alerta sobre el excesivo nivel de presión que están sufriendo los estudiantes

Nuria Agrafojo

La competencia es, sin duda, una de las palabras que mejor define a la generación de estudiantes que estos años cursa el Bachillerato. La lucha por obtener la mejor nota, que a su vez les dé la posibilidad de cursar la carrera universitaria que desean, ... se ha convertido en obsesión para miles de alumnos gaditanos que en estos años se enfrentan a una decisión fundamental para su futuro profesional.

Sin embargo, son muchos los docentes que alertan de esta «presión excesiva», que se ha convertido en el elemento diferenciador en este nivel de enseñanza. «El mundo competitivo que se ve en las aulas es horrible. Hay alumnos brillantes que no están viviendo para sacar buenas notas. Se están jugando su futuro con 15 o 16 años y a lo que se quieran dedicar el resto de su vida. Tengo alumnos que viven como un drama sacar un 9,6 en un examen porque hay carreras como Medicina, que tiene una nota media de más de un 13, y no se pueden dejar ni unas décimas», explica Manuel Rey , tutor del segundo curso de Bachilerato del IES Fernando Aguilar de Cádiz, con 32 años de experiencia en la educación.

Por este motivo, el docente alerta sobre una situación que puede acarrear problemas en un futuro. «Es obvio que en este nivel de enseñanza ellos tienen que esforzarse más pero la presión no puede ser tanta. Si no medimos bien esta presión, podemos destrozar a toda una generación», explica.

Cuestionado sobre si este aumento de nota, supone que los alumnos están mejor formados , Rey discrepa. «Sinceramente, no creo que estos alumnos que han obtenido esta nota, estén mejor formados que los de hace diez años. Lo que sí creo es que a raíz de la pandemia, la educación se ha adaptado más y mejor al lenguaje de los jóvenes, y eso está teniendo su consecuencia en esa mayor motivación», asevera el docente, poniendo de relieve el esfuerzo que ha realizado el profesorado para utilizar unas herramientas y usar un lenguaje novedoso.

«Durante la pandemia hemos desarrollado heramientas como classroom y otros usos digitales que ahora ya forman parte de nuestra vida cotidiana. Hemos llegado a tener contactos con alumnos a las dos de la madrugada porque estaban conectados y se les ha resuelto dudas en ese momento», apostilla.

Para Manuel Rey, la acción tutorial adaptada a los tiempos y a nuevas labores como la de acompañar, animar y motivar al alumnado; o el cambio de las clases magistrales por un método de enseñanza que busca más participación del alumno para que llegue a sus propias conclusiones, forman el núcleo de una mejora notable que el tiempo dirá si es «excepcional».

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