PESCA DEL ATÚN ROJO
Las almadrabas recibirán un aumento mínimo de la cuota
La petición para adelantar la subida de 2017 no llega ni siquiera a debatirse, con lo que será otra campaña de restricción
No ha calado el clamor de la flota gaditana, ni la increíble recuperación del atún rojo, que empieza a tener su impacto en la convivencia con otras especies. La restricción se impone sobre la pesca del atún rojo que un año más tendrá que adaptarse a una cuota limitada . España tendrá permiso para capturar algo más de 19.000 toneladas -3.000 más que el año pasado-, lo que arruina las expectativas de las almadrabas, que confiaban en arañar algo más adelantando la subida prevista para 2017 a la próxima campaña.
Esa fue la petición que España ha defendido ante Bruselas, pero que no ha llegado a ninguna de las plenarias de la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Atlántico (ICCAT) que se reúne hasta mañana en Malta y que es el máximo órgano de decisión para el reparto de cuotas. Ya el año pasado se estableció un plan plurianual por el que se establecían subidas del 18% para cada campaña, pero en vista de la espectacular recuperación de la especie, se planteó la posibilidad de que ese incremento pudiera llegar antes, dando así oxígeno a las flotas españolas, especialmente las de carácter artesanal que se dedican exclusivamente al atún rojo.
Pero no ha habido suerte. A falta de la confirmación formal, los representantes de las almadrabas regresarán mañana con una subida mínima que resulta «muy insuficiente». Así lo confirma con pesar Marta Crespo, gerente de la OPP Almadraba , que ya está de regreso en España. Su hermano Diego, presidente de la sociedad, es el que se quedará a oír el triste resultado. «Es lo que ya teníamos antes de iniciar esta lucha», admite. Desde que terminó la pasada campaña no han dejado de reunirse con partidos políticos e instituciones para conseguir ese apoyo que pudiera revertir la situación. Valora el esfuerzo que han realizado las administraciones españolas, pero « necesitábamos que la Comisión Europea se implicara, pero ni siquiera lo han llevado como propuesta a las plenarias. Lo concerniente al atún rojo se ha quedado en blanco, con lo que nada se ha debatido», aclara Marta Crespo, que dice no haber perdido la esperanza hasta el último momento.
La noticia llega en un año especialmente complicado para el sector, puesto que una orden ministerial impide también la compra de cuota a otras pesquerías que ya la hubieran vendido con anterioridad. Tal es el caso de las flotas vasca y cántabra, a las que resultaba mucho más rentable subastar sus derechos que hacer uso de ellos, pero este año tendrán que volver a echarse al mar si no quieren perderlos.
Sin embargo, el sector no quiere, por el momento, ni oír hablar del asunto. Hay unas elecciones generales por delante y la posibilidad de pedir una nueva moratoria o un cambio legal. En todo caso, el panorama no es optimista. Las cuatro flotas gaditanas recibieron 764,4 toneladas , que llegarán a las 900 para la próxima campaña si se siguen los mismos criterios. La situación pinta peor para las almadrabas más pequeñas como la de Tarifa, que el año pasado vivió un momento especialmente delicado, llegando incluso a plantear su disolución ante la falta de rentabilidad.