Chipiona
El alcalde de Chipiona pide perdón tras hacerse público su baile sin mascarilla en un chiringuito
«Me he puesto en contacto con el jefe de la policía local para que se me sancione; pagaré la multa que me corresponde», asegura Luis María Aparcero
Luis María Aparcero, alcalde de Chipiona , ha sido uno de los protagonistas de la actualidad y no sólo a nivel local. El vídeo en el que aparece bailando, cantando y sin mascarilla en un chiringuito de la localidad gaditana ha corrido como la pólvora por los móviles de los vecinos gaditanos.
Por ello, el regidor se ha visto obligado a pedir disculpas en un vídeo difundido a través de su canal oficial. Lamenta que quedara eclipsada la gran noticia del día, la celebración de un evento que traerá prosperidad a Chipiona, por ese vídeo que le ha granjeado numerosas críticas. Y es que incumple varias normas antiCovid después de meses y meses en los que ha pedido a sus ciudadanos que cumplan con esas reglas.
«Parece que lo que importa son los últimos minutos de ese evento privado. Todos los que estaban allí tenían PCRs y estaban vacunados. El alcalde también está vacunado y el público en general no tenía acceso a ese lugar», apunta Aparcero en su comunicado.
«El alcalde estuvo con su mascarilla el 95% del tiempo, pero esa no era la noticia . Ustedes pensarán que voy a poner excusas. Pero me siento afectado por la repercusión mediática que ha tenido esto, con las redes sociales (estamos acostumbrados a ese morbo). Es 'trending topic'. Pero no hay excusa ni justificación para lo que yo hice».
«Por eso quiero pedir perdón. Sé que me he equivocado y pido disculpas. Me he puesto en contacto con el jefe de la policía local para que se me sancione . Pagaré la multa que me corresponde». Tendrá que hacer frente a esta sanción con dinero de su propio bolsillo.
«Fue un descuido. Me equivoqué y vuelvo a pedir perdón. Somos humanos y no le deseo a nadie que se encuentre en esta situación. Que haberlos, haylos. Un descuido lo puede tener cualquiera y como alcalde de Chipiona debo de tener una conducta ejemplar , y no ha sido así. No es la conducta que me hubiera gustado y por eso voy a pagar la infracción. No quiero ningún privilegio».
«Seguiré reiterando todos mis consejos, estando al pie del cañón, pidiendo que se cumplan las normas. Que no sirva de excusa mil mal ejemplo. Asumo las críticas, unas con más mala fe y otras con ganas de hacer daño incluso a la familia, pero he aprendido de esta lección. Y esto no va a volver a ocurrir. Lo siento mucho».
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