CAMBIO DE HORA
Así nos afecta el cambio de hora que tendrá lugar este fin de semana
Los expertos aconsejan prepararse los días previos y descansar más
Como cada octubre llega el cambio de hora del otoño. A las 3.00 horas de la madrugada de este sábado 24 al domingo 25 los relojes se retrasarán una hora , dando así la entrada al horario de invierno. Este cambio se hace, en teoría, para aprovechar más las horas de luz. Y, aunque no es el más temido porque "ganamos" una hora, no como en marzo, que la "perdemos", tiene algunas repercusiones sobre nuestra salud.
«En términos generales la afectación del cambio horario no va más allá de un pequeño desajuste en el sueño y algo de cansancio», explica a este periódico Nazaret Martínez, psicóloga de la Delegación de Cádiz del Colegio de Psicología de Andalucía Occidental. «Cuando decimos que qué mal nos sienta el cambio de hora, eso se debe a que hay una pequeña alteración del ritmo circadiano del sueño . Por eso, los primeros días estamos más cansados, irritables y con somnolencia. No tiene importancia porque nos adaptamos rápidamente en unos pocos días», detalla Nazaret, al tiempo que puntualiza que, de hecho, a la semana todo el mundo está completamente adaptado.
Todo el mundo que no tiene trastornos emocionales previos. Porque estas personas, señala la psicóloga, «pueden notar un desajuste mayor».
Por eso, recomienda, días antes del cambio todos deberíamos hacer unos pequeños ajustes: adaptar el tiempo de sueño al cambio de hora, descansar más e ir preparando el cuerpo a ese cambio . «Algo similar a lo que hacen los animales con la hibernación, pero a mucha menor escala. Comer y descansar. Para que lo notemos menos», explica Nazaret. «Descansar y dormir más, aprovechando la oportunidad de que tenemos una hora más, no utilizar esa hora para hacer más cosas».
Cambio de hora en pandemia
Los niños, especialmente los bebés que no comprenden el cambio de hora, y también los ancianos o las personas con Alzheimer notan más este cambio. «Lo primero que tenemos que saber es que cuando cambia la hora no cambia el ritmo circadiano», narra la psicóloga. «Los niños notan que somos nosotros los que hemos cambiado los hotarios. Por eso, para bebés, en los que las rutinas de sueño son tan importantes, aconsejamos que unos días antes y después del cambio de hora vayamos haciendo un cambio progresivo », aconseja.
Enspaña «no es un país que duerma mucho y no nos precupamos de nuestras rutinas de sueño». Este cambio llega en otoño y a los días más grises se une también la pérdida de luz, por lo que esta estación se encuentra asociada a estar más tristes y a los trastornos afectivos estacionales , explica Nazaret.
Además, este cambio de hora llega «en un contexto de pandemia, con restricciones de contacto social y expresión afectiva». Según explica la psicóloga no necesariamente notaremos más este cambio de hora debido a la pandemia, pero ésta nos ha hecho que tengamos menos relaciones sociales y vida en la calle y si unimos «esta restricción de relaciones y el aislamiento a que llega el invierno y aún salimos menos, pues todo ello genera que a las personas que tienen trastornos depresivos les afecte más . Porque la restricción de horas de luz tiene impacto en la melatonina».
Respecto a si sería bueno no realizar más cambios horarios, la psicóloga no se muestra a favor ni en contra. «No sabemos si sería mejor, porque no hay estudios científicos» que determinen el impacto del cambio horario que, además, es una decisión política. Por eso Nazaret señala que lo ideal es que «los gobiernos correspondientes tomen las decisiones que sean mejores para el bien común y tengan un impacto positivo en la salud de todos ».