Tribunales
Absuelto de violar y maltratar a una menor durante años en Sanlúcar por falta de pruebas
Ni la Audiencia de Cádiz ni el TSJA ven acreditadas todas las acusaciones que se vertían sobre este procesado que se enfrentaba a catorce años de prisión
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La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha desestimado en su totalidad el recurso presentado por la parte que acusaba a un hombre de haber violado, maltratado y vejado durante años a una menor en Sanlúcar de Barrameda.
Para el procesado, natural de este municipio, la Fiscalía solicitaba catorce años de prisión por los delitos de maltrato habitual, un delito continuado de abuso sexual, otro de amenazas, cinco de maltratos más dos leves por vejaciones, calumnias y daños. Además pedía que se le impusiera una orden de alejamiento, multa y una indemnización por responsabilidad civil de 8.000 euros. Sin embargo, practicada la prueba y celebrado el juicio en la Audiencia de Cádiz, el tribunal terminó absolviendo de toda culpa al acusad o y ahora el TSJA ha ratificado dicha resolución. Por su parte, la acusación particular solicitaba 16 años de prisión.
Según dictó como hechos probados la sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia de Cádiz resulta acreditado que el procesado, mayor de edad y sin antecedentes, mantuvo durante cuatro años una relación sentimental con la menor. En el momento de iniciarse esta relación, en 2011, la chica tenía 12 años y el acusado 15.
En el trascurso de esta unión, y cuando él era mayor de edad (que es sobre lo que se juzga) ambos mantuvieron relaciones sexuales consentidas, «sin que haya quedado suficientemente acreditado que la obligara a consumir alcohol y hachís como medio para mermar su voluntad y conseguir así contrarrestar su eventual oposición a relaciones completas». Tampoco, añade el fallo, queda probado que en otras ocasiones, con idéntica finalidad, la hubiera empujado o golpeado.
Por otro lado y como explica el tribunal tampoco queda acreditado tras las pruebas presentadas y los testimonios ofrecidos que el procesado impidiera a su pareja comunicarse con sus familiares y amigos o le impusiera determinados modos de vestir o examinara el contenido de su móvil, como manifestación de un rol de dominación sobre ella.
Al mismo tiempo, la sala entiende que no ha resultado probado que, a diario, el acusado intentara infundirle temor con expresiones tales como «si no eres para mí no eres para nadie, si me dejas te mato, si te veo hablar con alguien te mato», tal y como se había denunciado. El tribunal tampoco considera que en mayo de 2015 cuando el encartado ya era mayor de edad, en las inmediaciones del domicilio de la menor y con la intención de menoscabar su integridad física le propinara un fuerte tirón del pelo y le dijera:«cochambrosa, puta, guarra.
Ni que en fecha no determinada, encontrándose ambos en una plazoleta de la localidad, el acusado en una supuesta discusión por celos cogiera la rama de un árbol y le propinara con ella un fuerte golpe en el cuerpo, ocasionándole hematomas. Según se confirmó no constaba que la menor hubiera recibido ninguna asistencia médica por ello. Y que además momentos después le abofeteara y le empujara al lado de un quiosco.
Por otro lado los magistrados no vieron probado tras los testimonios recabados que en el instituto al que iban ambos él le echara encima un vaso de zumo con la intención de volverla a menospreciar en público.
El tribunal consideró que aunque la relación sentimental se inició cuando ambos eran menores de edad, los hechos que ellos juzgan, es decir, los que pudo cometer a partir de los 18 años, sí se pudieron producir durante esa etapa deduciendo testimonio a la Fiscalía de Menores por si ésta creía conveniente abrir causa al respecto, extremo que no ha sucedido.
Pues bien, ante todo lo descrito y visto el procedimiento tanto en la Audiencia provincial de Cádiz como el TSJA, ambas salas han decidido la absolución sobre el encartado que ha estado defendido por el letrado Juan Carlos Gómez Villegas. La sentencia es firme.