Tribunales Cádiz

Abogados, «hartos» de las «vejaciones» y las conductas «inapropiadas» del juez Derqui

El letrado Ramón Dávila denuncia ante el CGPJ al titular del Juzgado de lo Social 3, quien acumula más quejas de otros profesionales

«Una relación sexual con sexo, ¿sexo duro?», «con las copitas la gente se vuelve más cariñosa», afirman que dijo en una reclamación sobre uno de sus juicios

El abogado gaditano RamónDávila ha formulado la denuncia. La Voz

M. Almagro

La actitud «irrespetuosa e inapropiada» de un juez en Cádiz ha levantado toda una polvareda en los círculos judiciales. Sin embargo no es la primera vez que el ahora titular del Juzgado de lo Social número 3 de la capital gaditana, Francisco de Borja Derqui-Togores de Benito, se ve envuelto en quejas y reclamaciones por parte de profesionales que han pasado por su sala o han trabajado con él. El último capítulo de estos desencuentros lo firma el conocido letrado Ramón Dávila quien, tras haberse sentido «maltratado», lo ha denunciado ante la Comisión Disciplinaria del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) de manera formal.

Dávila acudía el pasado 27 de enero a una vista con dicho juez y asistía a la parte demandante. En un momento dado el abogado sufrió un desvanecimiento por el que tuvo que ser atendido durante dos horas por los servicios médicos de urgencias en la sala. Sin embargo, y según denuncia, fue el letrado de la otra parte quien se vio obligado a pedir al juez que suspendiera el juicio sin que Derqui se preocupara por el estado de salud de Dávila. Además, y como manifiesta el abogado, durante la misma vista, «maltrató de forma completamente irrespetuosa a un testigo, quien lo puso de manifiesto».

«En más de 40 años de ejercicio profesional no he tenido ningún incidente con algún juez o magistrado y eso que he hecho cientos de juicios en muchos juzgados y tribunales de España», afirma Ramón Dávila. «Tengo una gran opinión de ellos, que hacen un gran trabajo para hacer efectivos los derechos de los ciudadanos», añade. Sin embargo, con el juez Derqui esta premisa no se cumple.

Según Dávila, el «problema» con él se remonta a su llegada a los juzgados de lo Social por «un desconocimiento absoluto del derecho laboral y de la propia jurisdicción lo que unido a su carácter irrespetuoso, vociferante ha supuesto una permanente situación de conflicto con abogados, graduados sociales, peritos y testigos a los que frecuentemente presiona y enviaba al fiscal por presunta falsedad que por supuesto en todos los casos se han archivado».

Además, advierte el abogado, «también han sido frecuentes los problemas con los propios funcionarios ». «A esto se une un retraso impresionante en el señalamiento de juicios. Es verdad que hay muchos asuntos pero también ocurre en los demás juzgados y no tienen tanto retraso como el de Derqui».

El incidente que le ocurrió en febrero en primera persona ha sido «la gota que ha colmado el vaso». «Llega un momento que uno se harta de aguantar improperios , malos modos y gritos de quien está puesto ahí por el Estado y en definitiva por la sociedad para impartir Justicia. Por eso ya llega un momento en que se dice ‘¡Basta ya!’ y toma la decisión que tomé de denunciar»

La denuncia de otra abogada

Como decíamos no es la primera vez que este juez es señalado por su «falta de profesionalidad». Este periódico ha tenido acceso a la denuncia que le puso otra letrada, la sevillana María Enriqueta Artillo, quien en 2017 también acudió al CGPJ para dar queja de las «malas formas» de Derqui. Según ese escrito, en pleno juicio el juez hizo comentarios «parciales, vejatorios y peyorativos para los diversos comparecientes, tergiversándose, de hecho, el desarrollo y validez de la prueba testifical». Su denuncia, al igual que la de Dávila, iba acompañada del CD de grabación de la vista.

En ella se escucha algunas frases que dijo en aquel juicio, como: «Si cada vez que he dicho a una mujer que estoy enamorado he acosado a varias posiblemente» o, «una relación sentimental con sexo, ¿sexo duro?», o, «es que con las copitas la gente se vuelve más cariñosa, o, «una aventura no siempre tiene que ser con mucho sexo», entre otras.

«Por primera vez en mis 33 años de ejercicio, sentí un trato humillante , despreciativo hacia mi persona como abogada y hacia aquellos que actuaron en dicha vista en sus respectivas funciones. Tuve lágrimas contenidas», afirma la letrada en su escrito. «Parece ser que la conducta de dicho juez es habitual con los profesionales que comparecen en su juzgado y con las demás partes», indicaba. Dicha denuncia fue finalmente archivada.

Ante esta situación Ramón Dávila considera: «Sé que el Consejo General no va a hacer nada porque la ley da unas facultades de policía de estrado a los jueces que facilita estas cosas y que beneficia a este tipo de jueces irrespetuosos que como he dicho antes realmente son muy pocos, pero al menos, que quede constancia y que la sociedad sepa qué tipo de juez es y cómo se comporta este señor. También para que la trabajadora que ha sufrido este comportamiento sepa que se ha hecho algo aunque no de lugar a nada efectivo».

El CGPJ, que ya ha acusado recibo de la denuncia formulada, volverá a evaluar el caso y se pronunciará. «Simplemente con que tenga que dar explicaciones de su conducta me doy por satisfecho, además quiero animar a los compañeros y testigos que se sientan afectados a que formulen denuncia cuando no se les respeten sus derechos».

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