CÁDIZ

Tensa espera hacia el desastre

Los comerciantes temen los efectos que pueda tener el paro de los operarios en sus negocios

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Muchos defienden que lo peor de haber suspendido muchas asignaturas no es tanto el castigo como la tensa espera que media entre recibir las notas y hablar con los padres. Algo parecido se puede aplicar a los comerciantes de la ciudad, que sufren el nerviosismo propio de ver cómo se acerca, de manera casi inevitable, el comienzo de una huelga del servicio de recogida de basuras que puede dar al traste con los beneficios que aporta el verano al sector. «El Ayuntamiento de Cádiz tendrá que hacer algo, para eso pagamos impuestos» protestaban algunos mientras que, los más pesimistas, ya reconocían que con el calor «no se podrá estar dentro del local». La cuenta atrás sigue invariable su curso.

De momento, las calles de la capital siguen limpias. La basura se recoge salvo con pequeñas incidencias, «como la del viernes, cuando se llevaron la basura un poco más tarde», según comentaba Daniela de la Torre, de la pastelería Típica Gaditana. Esta comerciante, cuyo negocio se encuentra en la esquina que comunica la calle San Francisco con la plaza del mismo nombre, añade que al lado del establecimiento hay unas obras «de las que de vez en cuando salen ratas enormes», y previene de lo que puede pasar «si además no se recoge la basura».

En la mente de todos está la celebración de la Regata, cuyos actos comenzarán de manera oficial el 26 de julio, fecha en la que la ciudad puede llevar ya una semana de huelga en el servicio de recogida.

«De momento sabemos que existe un conflicto por lo que aparece en los medios de comunicación, porque en la calle no se sufren las consecuencias», indicó el propietario de la librería Manuel de Falla, Juan Manuel Fernández, que conocía el asunto de los sabotajes y de la vigilancia policial, pero no tenía constancia de que hubiera habido incidencias en la basuras en sí. «Y en la librería siempre que hay algún problema de este tipo te enteras pronto, porque los clientes, sean de aquí o de fuera, te lo suelen comentar», abundó este librero de la plaza Mina.

En el mesón El Churrasco, en la calle San Francisco, comentan que si no se recoge la basura llegará un momento en el que será difícil que abran. «Con el calor que hace no podemos meter la basura dentro del establecimiento», indicaba la propietaria del restaurante.

En cuanto a los transeúntes, aunque su preocupación era menor, la mayor parte se mostraba muy crispada por lo que consideran un «chantaje» a los ciudadanos. «Yo también quiero cobrar más, pero voy a trabajar todos los días y no fastidio a nadie», indicaba Juan Hermosilla, albañil. Jorge, su compañero, comparaba la posible huelga del próximo día 20 con la llevada a cabo por los pilotos de Iberia la pasada semana: «Aquí sólo pueden hacer presión los que paralizan un país o una ciudad, el resto estamos vendidos a los empresarios».

Llama la atención que a la mayor parte de los preguntados le sorprendía que los basureros fueran escoltados por efectivos de la Policía Nacional «como si fueran delincuentes los pobres hombres», como comentaba Jacinta, una vecina de la plaza San Antonio.