PARO. Armadores y marineros de Barbate esperan que se les de el permiso lo antes posible. / R. RÍOS.
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La vuelta de los pescadores a Marruecos sigue en el aire pese a estar prevista para julio

La UE y el Gobierno alauita están aún inmersos en la burocracia y en salvar «flecos técnicos» Un obstáculo para el pacto es que los cerqueros barbateños necesitan faenar con luces

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El nuevo acuerdo de pesca entre la UE y Marruecos, que hará posible que barcos europeos vuelvan a faenar a costas alauitas, fue aprobado en Bruselas a principios de julio. Ha pasado un mes y medio y este esperado convenio se ha aplazado aún sin fecha prevista, por lo que las embarcaciones gaditanas siguen esperando la señal de salida para retornar al caladero que mantuvo a flote su economía hasta finales de los noventa.

Los motivos por los que el acuerdo no entró en vigor a principios de este mes, como se esperaba, varían en función de la fuente consultada pero giran alrededor de una excesiva burocracia y ciertos aspectos técnicos sin resolver.

Según declaraciones recientes del presidente del Consejo de Pesca de la Unión Europea, Juha Korkeaoja, «no existen problemas de índole política. Sólo se están resolviendo pequeñas modificaciones propuestas por Marruecos».

Por su parte, el Gobierno alauita, a través del Departamento de Cooperación, se ha pronunciado en el mismo sentido en declaraciones a LA VOZ. Desde el punto de vista técnico, este país ha querido asegurarse de que se practicará una pesca sostenible, «sin que se arrasen los caladeros», ha explicado el consejero económico de la Embajada de Marruecos en España, Yassin Khatib.

El presidente de la Cofradía de Pescadores de Barbate, Antonio Varo, redunda en señalar que se trata de un parón administrativo, «sólo falta que el Gobierno marroquí fije una fecha para ratificar el pliego que ya firmó Europa».

Problema de luces

Entre los inconvenientes en revisión se encuentra la pesca con luces, una condición sin la que los barcos de Barbate, dedicados a la pesca de cerco no podrían salir a faenar. Antonio Varo, insiste en que si este escollo existe se trataría de «un problema de términos. Creo que cuando los marroquíes dicen que se pesque sin luces se refieren a iluminación desde los botes no a las que llevamos en los barcos de cerco de Barbate, que son las propias de las embarcaciones», explica Varo.

Otro impedimento añadido es que la Administración alauita ha exigido recientemente que se adelante el primer pago de las contraprestaciones, a las que se ha comprometido la Unión Europea, y que éstas se hagan efectivas cuando entre en vigor el acuerdo.

Mientras tanto, la flota pesquera gaditana, una de las más afectadas por este convenio, sobre todo la de Algeciras y Barbate, continúa a la espera de la señal de salida.

El pacto en cuestión se pondrá en marcha después de seis años sin que Marruecos acceda a negociar la entrada de barcos europeos en sus caladeros.

La finalización del anterior concierto, en 1999, afectó a 203 barcos andaluces: 71 fueron desguazados, 20 exportados, 52 embarcaciones buscaron otros destinos, 29 se reubicaron en el Golfo de Cádiz y 14 cedieron sus licencias a terceros países.

En Cádiz, la población más afectada fue Barbate que asistió al desguace de ocho barcos y 250 marineros quedaron en paro o se prejubilaron. La economía barbateña se resintió hasta el punto que actualmente muchos marineros esperan volver a faenar en aguas marroquíes como única forma de supervivencia.

Claves del acuerdo

El texto aprobado por Europa, aún pendiente de la rúbrica del Gobierno de Marruecos, tiene una duración de cuatro años y es renovable, a diferencia del que finalizó al término de los noventa.

A cambio de que los barcos europeos faenen en sus caladeros, el Gobierno marroquí recibirá 144 millones de euros durante todo el periodo. De esta cantidad, 13,8 millones de euros se destinarán al desarrollo y modernización del propio sector pesquero alauita.

Además, los armadores que acudan a estos caladeros deberán aportar un canon por tonelada de pesca, que se abonará trimestralmente. La contratación de pescadores marroquíes también se incluye en el pliego de condiciones, tal y como se hacía en alianzas anteriores.

En contrapartida, se habilitan 119 licencias para que barcos europeos faenen en aguas ricas en pesca. A España le corresponderán alrededor de 100 licencias. De todas las especies que entran en el acuerdo aunque quedarán fuera cefalópodos (pulpos, calamares) y los crustáceos (cigalas, gambas).

Las posibilidades y condiciones de pesca se mantienen en líneas generales de forma similar al anterior convenio: pesca de cerco (norte), que pagará 67 euros por tonelada; pesca de palangre de fondo, a 60 euros por tonelada; pesca con líneas, cañas y nasas, a 60 euros la tonelada; pesca demersal (arrastre y palangre de fondo sur), a 53 euros la tonelada; 27 atuneros, que deberán abonar 25 euros por tonelada; y pesca pelágica industrial, a 20 euros por tonelada.