No anda el horno para bollos
Actualizado: GuardarYque se lo digan al PSOE. No anda el horno para bollos. Llamó la atención la intervención de González Cabaña en el comité provincial del viernes celebrado en San Fernando, sobre todo cuando se refirió al «excelente momento político de un PSOE unido» sin dejar de mirar por el rabillo del ojo por si había alguien detrás para darle un puñalá trapera. Cuentan en los foros reales socialistas que al alcalde de Benalup se la van a jugar en Diputación, como ya lo hicieron con Román, pero en este caso la veteranía y astucia política de González Cabaña ya lo tienen en alerta. Tanta responsabilidad no es fácil de llevar, y alternar la Alcaldía de un pueblo en ebullición como Benalup, con la secretaría provincial del partido y con laDiputación es tarea complicada, sobre todo siendo este último un puesto muy codiciado políticamente incluso entre quienes en su día le daban palmaditas en la espalda para desbancar a Román.
La verdad es que González Cabaña tiene los días contados en Diputación y él lo sabe, al igual que todos sus cargos de confianza. Es por ello que más de uno se está buscando ya hueco en otro asiento para no bajarse del coche oficial o, al menos, conservar el aparcamiento reservado. Nombres como el de Pepe Blanco, quien fuera consejero de Medio Ambiente y ahora parlamentario -en su día también fue diputado provincial aspirante a la presidencia y sacrificado por su partido en pro de Gervasio Hernández-, o el de Antonio Fernández, actual consejero de Trabajo y hombre fuerte en Jerez, suenan como posibles candidatos a ocupar el sillón del Palacio Provincial. Pero es Manuel Chaves, presidente de la Junta, quien tiene la última palabra en este asunto, eso sí, siempre asesorado por su hombre de confianza, Luis Pizarro.
Un disgusto
Nada ha gustado a Federico Pérez Peralta y Rafael Román que el delegado de Zona Franca haga migas con Teófila Martínez y anuncie que a finales de septiembre firmarán un convenio marco para realizar actuaciones conjuntas en la cuidad. «Tantos meses machacando a La Rubia para que ahora venga De Mier y se haga la foto con ella como si nada hubiera pasado», han lamentado los políticos en sus círculos más cercanos.
Lo cierto es que la idea de De Mier no era salir en la foto y, de hecho, le resultó extraño la presencia de los medios de comunicación en el Ayuntamiento, ya que pensaba que Teófila lo había llamado para un encuentro privado lejos de las cámaras.
El delegado de Zona Franca anda como loco buscando dinero para el Consorcio y la alcaldesa -que con gran astucia convocó a los periodistas- sabe que cualquier proyecto en Cádiz, venga de la administración que venga, es un éxito para ella y, por tanto, para las urnas del PP en las próximas municipales.
Mal comienzo
De nada sirve que nos esforcemos tanto en montar una moderna oficina de Turismo en Canalejas y en pegar en la puerta de los taxis la marca de la ciudad, si para que te sirvan una tapa de chocos en un chiringuito hay que aguantar media hora sin desesperar y morderte la lengua cuando el camarero te dice «picha es que hay mucha gente y sólo somos dos». Además, por la camiseta, las chanclas o los tenis, no sabes si hablas con el camarero o con el que vende las latas de Coca-Cola en la arena, cuyos vendedores también dan una imagen poco adecuada para una ciudad turística, poco cuidada para una playa con el sello de calidad Aenor. Poca inversión supondría -menos de lo que ha costado la presentación de la marca- comprar un uniforme a estos vendedores, con sus neveras a juego, y que los empresarios contribuyan con el servicio de sus bares y chiringuitos a mejorar la imagen de Cádiz. Que aprovechen las rebajas, los delantales están a cinco euros.
El de la tele
«¿Tú que eres el de la tele?», le preguntó Francis, el de la Gaviota, al periodista y ex portavoz del Gobierno de Aznar, Miguel Ángel Rodríguez, cuando comía con su amigo Emilio de la Cruz en el restaurante San Antonio. «Ahora me confundirán con Julián Lagos», bromeó el también escritor, quien el jueves presentó en la Asociación de la Prensa de Cádiz su último libro La trama Gladio, en un acto que llenó la sala de la sede de la calle Ancha.