Batasuna exige la derogación de la Ley de Partidos para volver a ser legal
Los socialistas vascos advierten a los radicales de que la norma seguirá vigente
Actualizado: GuardarBatasuna reclamó ayer al Gobierno la derogación de la Ley de Partidos para volver a ser una organización legal. El dirigente Joseba Permach respondió a las exigencias del Ejecutivo y de los socialistas para que su formación dé pasos para ser legal con un nuevo requerimiento: «dejar sin efecto los mecanismos para acabar con la izquierda 'abertzale'». El PSE-EE reclamó a Batasuna que no se equivoque porque sabe que la norma seguirá vigente. El PP, a su vez, interpretó las palabras de Permach como una respuesta crecida ante las cesiones del Ejecutivo y del PSOE.
Permach despreció las palabras del líder de los socialistas vascos, Patxi López, quien condicionó futuras reuniones con el partido ilegal a que regularice su situación. «Eso no se lo cree nadie», comentó porque los encuentros más o menos secretos entre el PSE y su partido de los últimos «meses y años» no se van a interrumpir ahora por una situación que viene de antes. El dirigente de Batasuna aseguró que no van a hacer nada «por salir de la ilegalidad» y si los socialistas quieren hablar con ellos tendrán que aceptar ese hecho.
La formación independentista echó de esta manera un jarro de agua fría a los continuos llamamientos del Gobierno y del PSOE para que retornen a la legalidad y de esa forma puedan ser considerados interlocutores políticos con una silla en la mesa de partidos. Permach sostuvo que la «prioridad» actual de Batasuna es mantener conversaciones con el resto de partidos para avanzar hacia «un foro multipartito» y no buscar fórmulas para la legalización.
Permach consideró además inútil hacer un esfuerzo por conseguir la legalización en un marco jurídico que es «antidemocrático» ya que, a su juicio, no respeta «la voluntad ni los derechos civiles y políticos» de los vascos que se alinean con sus tesis. El objetivo del proceso abierto tras el alto el fuego, añadió, no puede limitarse a la legalización de Batasuna.
Las palabras del dirigente del partido proscrito fueron respondidas de inmediato por los socialistas vascos, cuyo portavoz, Rodolfo Ares, reclamó a Batasuna que «no se equivoque» y no siembre «falsas esperanzas» entre los suyos porque saben que la ley de partidos no se va a derogar y va a seguir en vigor. El dirigente del PSE se mostró convencido de que la democracia y el Estado de Derecho «no van a rebajar sus exigencias» para que Batasuna pueda hacer política desde una situación legal. El camino, prosiguió, es respetar «las reglas del juego y la legalidad».
El PP asistió desde la barrera al cruce de declaraciones entre unos y otros y consideró que la situación es fruto de las cesiones que ha hecho el Gobierno y el PSOE a Batasuna que han envalentonado a esta formación. El dirigente Gabriel Elorriaga consideró que el partido proscrito «le ha tomado la medida» a Rodríguez Zapatero y sus exigencias van a ir in crescendo.