NEGOCIACIÓN. Enrique Donaire y Fernando Conte, a su llegada a la reunión. / JOSÉ HUESCA. EFE
Economia

Iberia garantiza a los pilotos que no habrá despidos por su inversión en Catair

El presidente de la compañía se niega a ofrecer compromisos económicos en caso de que una hipotética crisis le obligase a actuar sobre el empleo Fomento y Trabajo se prestan a hacer de notarios y reconocen que «todo sigue igual»

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Las negociaciones para la desconvocatoria de la huelga anunciada por los pilotos de Iberia para la próxima semana registró este sábado un pequeño avance, si bien resultó del todo insuficiente para que se pueda apuntar la posibilidad de un acuerdo. En sendas reuniones de mañana y tarde, la compañía llegó a ofrecer al SEPLA, el sindicato que representa a los comandantes de sus aviones, una garantía por escrito de que no habrá despidos entre este colectivo derivados de sus inversiones en la aerolínea de bajo coste Catair, que pondrá en marcha en octubre junto a varios socios -entre ellos, el grupo ACS-.

En realidad, lo que el presidente de la empresa, Fernando Conte, les presentó fue la posibilidad de plasmar en un documento lo que ya habían declarado en las últimas semanas otros directivos suyos, es decir, que no habría recortes de plantilla derivados de esa nueva inversión, al menos, hasta el 31 de diciembre de 2008, plazo ampliable en un año más. A lo que no está dispuesto, según dejó claro en la reunión, es a ofrecer algún tipo de compromiso económico para el caso de que una hipotética crisis económica les empujara a actuar sobre el empleo. Y no lo hará por varios motivos, entre ellos, defender su independencia como operador privado y no provocar discriminaciones respecto a otros colectivos laborales de la aerolínea.

Pocos cambios

La postura de los pilotos -representados por su portavoz, Fernando Obrador-, pasaría por aceptar una rebaja en sus exigencias económicas -que el resto de interlocutores, incluido el Gobierno, ven «desmedidas»-, centradas en un aval bancario (por importe de unos 6.000 millones de euros, según la compañía) que les garantice sus emolumentos, actualizados con la inflación anual, hasta los 65 años. Ahora estarían dispuestos a admitir una garantía bastante inferior, pero siempre que pudieran tener alguna compensación en caso de que hubiera ajustes de empleo o de salarios durante un plazo mayor al que ofrece la empresa.

En medio de ambas partes están los Ministerios de Fomento -con el secretario general de Transportes, Fernando Palao, y el presidente del ente de los aeropuertos españoles (AENA), Manuel Azuaga- y de Trabajo -que el lunes tramitará el acto de conciliación que, de fracasar, llevaría el caso a los tribunales-, que actuarían como 'notarios' de los posibles acuerdos, si bien ayer fue el primero el que llevó el peso de la intermediación. Tras distintas reuniones con Iberia y los pilotos, tanto por separado como de forma conjunta, su conclusión es que «aún hay esperanzas para el acuerdo», si bien dentro del citado departamento reconocen que «casi todo sigue igual» que antes de las negociaciones, cuya última ronda se desarrollará a lo largo de la jornada de hoy en la que Iberia espera poder acercar posturas, aunque Obrador augura que el asunto va para «largo».

Por otro lado, desde el ámbito político, CiU intervino este sábado en la polémica a favor del SEPLA. El portavoz de los nacionalistas catalanes para temas de Industria, Josep Sánchez Llibre, acusó a Iberia de «ningunear» a los pilotos, a los que consideró «un pilar fundamental» de la compañía porque «sin ellos es imposible volar». Recordó, además, que como antigua empresa pública «recibió muchas ayudas de la Administración durante años, por lo que ahora tiene unas responsabilidades sociales, económicas y territoriales».

La huelga convocada por los pilotos, entre el 10 y el 16 de julio, obligaría a Iberia a cancelar unos 240 vuelos diarios y afectaría a 200.000 pasajeros.