Cádiz C.F.

En busca de un físico de Primera

Oli y Lorenzo Buenaventura trabajarán mano a mano para dotar al equipo de las fuerzas necesarias para afrontar la que será una temporada larga y exigente

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EQUILIBRIO FÍSICO TÁCTICA RECUPERACIÓN ESQUEMA ESFUERZO SINTONÍA RENDIMIENTO ATAQUE 2ª El Cádiz deberá afrontar este año una temporada de las más largas y exigentes que se recuerdan en los últimos tiempos. Para que no le pille el toro, el cuerpo técnico ha diseñado una extensa pretemporada en la que se buscará preparar a los jugadores para rendir físicamente al máximo desde el principio hasta el fin del campeonato. Una tarea para la que el Cádiz parte con la enorme ventaja de contar con Lorenzo Buenaventura, uno de los mejores preparadores físicos del fútbol español, por el que en diversas ocasiones se han interesado equipos punteros de Primera División pero que el pasado mes de mayo prefirió unir su destino al club amarillo hasta el año 2011.

Mañana, Oli y sus muchachos volverán al trabajo en una primera semana que se dedicará a pasar los pertinentes reconocimientos médicos, hacer un balance de la situación en que llegan los jugadores y mantener un pequeño contacto con el balón para, como dijo el entrenador asturiano hace dos días, «recuperar el toque perdido durante las vacaciones».

El plato fuerte llegará a partir del día 17, cuando la expedición cadista ponga rumbo hacia Benalup para realizar la primera de las dos concentraciones previstas en este lugar. Serán cinco jornadas en las que Buenaventura, «ya con el beneplácito de los informes médicos», hará sudar la gota gorda a los jugadores.

El preparador físico ya ha avanzado que, con la salvedad de «algunos pequeños retoques», su trabajo seguirá desarrollándose en la misma línea que se venía haciendo durante las temporadas anteriores. De tal modo, la idea a seguir será la de combinar de la manera más equilibrada posible el trabajo táctico con el físico. En la parcela táctica, el entrenador incidirá en el esquema de juego que quiere para el equipo, buscando que los jugadores alcancen la máxima sintonía entre ellos para desplegar después sobre el césped el juego de ataque que ha anunciado desde su llegada al banquillo amarillo. Simultáneamente, en la parcela física, Buenaventura recuperará a los jugadores tras el mes de parón para, después, prepararles convenientemente de cara a mantener un rendimiento óptimo que les permita afrontar con garantías los casi 1o meses de competición que les quedarán por delante.

El trabajo en Benalup

«Los entrenamientos en Benalup se dividirán en dos sesiones de mañana y tarde que serán intensas, pero no especialmente largas», avanza Buenaventura. Los horarios se adaptarán a las condiciones de uso del campo de golf donde se llevarán a cabo los entrenamientos, aunque inicialmente está previsto que se realicen a las 9.00 y 18.30 horas aprovechando las horas más frescas del día. Entre medias se prestará una atención personalizada a cada jugador aplicando los cuidados que requiera cada uno de ellos, vigilando su alimentación y sometiéndolos a tratamientos de masajes que relajen sus músculos. Este seguimiento individualizado que se otorgará a la plantilla variará según condicionantes personales, como son lesiones, edad o el perfil físico de cada uno. En este ámbito también se dará una especial atención a aquellos que aún arrastren problemas heredados de la temporada pasada. En la lista de los servicios médicos figuran actualmente los nombres de Pavoni, recientemente operado del hombro, Raúl López, con molestias en un talón de aquiles, Fleurquin y De Quintana, aquejados ambos de dolencias de carácter más leve. Los cuatro se han sometido a rehabilitación durante el periodo vacacional y, según se desprende de las primeras impresiones médicas, evolucionan favorablemente y conforme a las fechas previstas de recuperación.

El esfuerzo físico se irá incrementado paulatinamente a lo largo de las siete semanas durante las que se alargará la pretemporada con la idea de llegar a la quincena previa al arranque liguero en plenitud de condiciones. Los días en los que Buenaventura imprimirá más intensidad a los entrenamientos se vivirán durante la segunda concentración en Benalup, que se llevará a cabo entre los días 31 de julio y 5 de agosto.

El preparador se muestra convencido de que «el buen rendimiento de un equipo se da por la suma del rendimiento de sus jugadores, y eso pasa por trabajar a fondo con cada uno de ellos». Además, remarca que la experiencia le ha enseñado que la buena forma de un jugador se traduce en «una mejora en la confianza en sí mismo y un importante refuerzo del aspecto psicológico».

Las claves

«Será una de las temporadas más largas que voy a afrontar en mis 18 años de experiencia», comenta el preparador físico con respecto al campeonato que se avecina, lo que le mueve a afirmar que «tendré que hilar muy fino en la labor de mantener a lo largo de todo el año el equilibrio en la forma física de los jugadores». Aunque lo consiga, Buenaventura reconoce que «según avancen los meses habrá un momento en el que se notarán diferencias entre unos jugadores y otros». Además, el juego y el esfuerzo a desplegar en la división de plata no será el mismo que la temporada pasada en Primera, ya que tal y como ha avisado Oli, el Cádiz deberá estar preparado para manejar las riendas de los partidos ante rivales que posiblemente se echen atrás lo que, por tanto, producirá un mayor desgaste físico.

La tarea de Lorenzo Buenaventura se presenta pues esencial de cara a evitar que el equipo afronte fundido los últimos meses de competición. Para disipar por completo este lúgubre panorama, se contará no obstante con importantes ventajas que pueden resultar decisivas en la ansiada lucha por el ascenso. La primera de ellas la señala el mismo preparador físico al recordar que su trabajo «se verá muy beneficiado por el hecho de conocer a la perfección al 90 por ciento de la plantilla, lo que le permite de antemano saber cómo hay que actuar con cada uno de ellos». Otro de los factores positivos es el referido a la experiencia que ya tienen de la Segunda División la mayoría de los integrantes del equipo. «Saben bien el esfuerzo que tendrán que realizar y como deben de hacerlo», asegura Buenaventura. Por último, debe tenerse en cuenta que la duración de la temporada afectará por igual a todos los equipos de la categoría de plata, una circunstancia que en el caso del Cádiz, puede inclinar la balanza a su favor en sus enfrentamientos con otros equipos al contar los amarillos con los servicios de un preparador físico de la altura de Lorenzo Buenaventura.