Varios operarios trabajan en las obras de la rotonda. / C. R.
PUERTO REAL

Las obras de la rotonda de El Cartabón provocan caos en el tráfico

La falta de señalización es una de las principales quejas de conductores y vecinos Los trabajos no finalizarán hasta primavera

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Las obras de la futura rotonda que se ubicará en el cruce de El Cartabón comienzan a dar los primeros problemas, apenas dos semanas después de que se iniciarán. La escasa señalización de la zona, así como el desvío de numerosas calles han convertido este nudo viario en un auténtico caos circulatorio, tanto para los vecinos de las barriadas cercanas como para todos aquellos que utilizan esta vía diariamente.

La construcción de esta infraestructura es muy importante, ya que la confluencia de las calles Real y Circunvalación en la barriada del Cartabón es una de las zonas que más flujo de vehículos soporta en la localidad. A través de este punto neurálgico de tráfico circulan todas aquellas personas que salen del casco histórico de la Villa hacia el hospital o hacia la autovía hacia San Fernando.

Con esta rotonda el Ayuntamiento pretende acabar con las retenciones y accidentes que se producen en el cruce, aunque hasta ahora, su construcción está provocando más molestias de las debidas a los vecinos.

La falta de señalización y el continúo cambio de accesibilidad en las calles colindantes provocan innumerables inconvenientes para los conductores. Así lo relata, Manuel Pérez, quien considera «horrible el lío que se ha montado. Este hostelero añade que ha de dar «muchas vueltas» para llegar a su casa, situada en una de las barriadas colindantes al lugar de la construcción.

Francisco Sánchez, otro vecino afectado, va más allá en su valoración de la situación y afirma que los trabajos no son más que «una maniobra política para justificar en qué se gastan el dinero», en clara referencia a los responsables municipales. A su juicio, la rotonda afecta a los vecinos «de manera brutal», ya que están casi todos los accesos cortados y ya no saben por dónde coger.

La misma situación sufren los conductores de reparto, quienes deben hacer continuas maniobras para acceder a las viviendas donde han requerido sus servicios «sin que apenas haya señalizaciones», indica Juan Ramón Andrades.

«Mal puestas»

Además, a escasos metros de la obra se encuentra la Autoescuela Avenida, y los futuros conductores tienen en esta futura rotonda una auténtica prueba de fuego. Los profesores de este centro se muestran en desacuerdo con la señalización que tiene la obra. Uno de ellos, Juan Diego Romero, puntualizó que las señales «están mal puestas, lo que perjudica enormemente la circulación».

Una de las medidas de tráfico más conflictivas que ha ocasionado la construcción de la rotonda de El Cartabón es el desvío de la circulación desde la rotonda de Casines hacia la estación de trenes, si se llega desde el hospital, lo que provoca que los conductores tengan que dar un enorme rodeo.

No menos controvertida es el acceso hacia la avenida Andalucía y Ciudad Jardín. Al estar cortado el anterior trayecto, se ha habilitado un cruce que tiene bastante peligro a la altura del semáforo que regula el tráfico en dirección a la autovía. El problema se produce al encontrarse las barriadas en el margen izquierdo de la carretera, por lo que los vehículos han de realizar una peligrosa maniobra para adentrarse en ellas.

En vistas de la situación, la portavoz socialista, Ana Mosquera ,propuso un plan de actuación alternativo para la regulación del tráfico. Para la representante del PSOE «es imprescindible que la señalización cumpla con lo establecido en el catálogo oficial de señales y marcas viales, tanto en diseño, dimensiones y color, algo que no ocurre en la actualidad, ocasionando no sólo un problema de información sino de seguridad».

A este respecto, desde el Gobierno local aseguran que las declaraciones de Mosquera «se contradice con la de la propia Policía Local». Desde el Ayuntamiento se asegura que, tras la observación del comportamiento del tráfico desde que empezó la obra, no se ha detectado problemas graves en el tránsito de los vehículos, más que los propios que se derivan, evidentemente, del establecimiento de una ruta alternativa.