Una foto con error de paralaje
Actualizado: GuardarLa de hoy es una foto inédita que ojalá sea la de un nuevo tiempo», dijo ayer Patxi López, el secretario general de los socialistas vascos, tras la reunión que mantuvo en un hotel de San Sebastián con miembros de la ilegalizada Batasuna. «Es una foto de gran calado político y de importancia extrema», aseguró Arnaldo Otegui, portavoz de los subrepticios. Así que la foto para unos ha salido desenfocada, porque los interlocutores no tienen ningún poder negociador; para otros velada porque no se ha reflejado en ella lo que de verdad se puede estar cociendo entre bastidores; para el resto, deformada por un innecesario gran angular que quiere meter dentro a lo que queda fuera del encuadre o aplanada por un zoom que trae a un primer plano, desfigurado y sin perspectiva, todo lo que cae dentro de la profundidad de campo. Con todo, y siguiendo con la metáfora, parece que la definición más ajustada es la de una foto con error de paralaje.
Los diccionarios nos dicen que el paralaje es la diferencia entre las posiciones aparentes que en la bóveda celeste tiene un astro, según el punto desde donde es observado. Y la Astronomía nos enseña que el paralaje es la diferencia de los ángulos que con el radio de la órbita hacen dos líneas dirigidas a un astro desde sus dos extremos. Pero en las viejas cámaras fotográficas -aún no se había inventado el sistema reflex ni la cámara digital-, lo que veíamos al enfocar a corta distancia no era exactamente lo que quedaba grabado en la película: si no corregíamos el error de paralaje, los personajes fotografiados podían salir sin la parte superior de la cabeza porque el objetivo estaba situado por debajo del visor. Ahora ya estamos en mejores condiciones para entender que el paralaje consiste en que lo que el Gobierno quería que saliera en la foto se ha quedado fuera por enfocar demasiado cerca, con una cámara anticuada y con luz de magnesio. Y ha salido un daguerrotipo que políticamente no significa nada. ¿Qué error!