El negociador nuclear iraní elude fijar una fecha para responder a la oferta internacional

El secretario del Consejo Supremo de Seguridad Nacional iraní, Ali Lariyani, afirmó hoy que no ve motivos para ser pesimista sobre la posibilidad de llegar a un acuerdo ante la oferta de la comunidad internacional, pero sin comprometerse a dar pronto una respuesta, como le pidió el Gobierno español.

Tras reunirse anoche en Bruselas con Javier Solana, Lariyani se entrevistó hoy en Madrid con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y con el ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, quien le solicitó que su país responda "en un plazo de tiempo corto" a la propuesta que le planteó el alto representante de la UE para la Política Exterior y de Seguridad Común. Zapatero también animó al representante iraní a que confíe en Solana y no desaproveche la oportunidad de negociar la solución a la crisis propuesta por la UE, Alemania y los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU (EEUU, Rusia, Francia, Reino Unido y China), porque, si se llega a un acuerdo en esta crisis nuclear, Irán "podrá fortalecer su papel en la región".

En un comunicado del Ministerio de Asuntos Exteriores, España reafirmó su respaldo al proceso negociador abierto por este grupo de países y su "pleno apoyo" a los elementos de la propuesta presentada por Solana, mientras que Lariyani, en una comparecencia informativa en solitario convocada en su embajada en Madrid, calificó las posiciones del Gobierno español de "justas y correctas". El principal negociador nuclear iraní subrayó que su país "trabaja seriamente" y con una "visión positiva" en la "propuesta reformada" que le expuso anoche Solana y confió en superar a través del diálogo las "dudas e incógnitas" que las autoridades iraníes ven todavía en la oferta internacional de incentivos si renuncia al actual proceso de enriquecimiento de uranio.

Lariyani destacó en todo caso la necesidad de "iniciar la negociación" antes de pensar en un plazo para responder a esta oferta e insistió en que, para alcanzar un acuerdo, Irán no pide nada más que el respeto a sus "derechos legítimos" como país adscrito al Tratado de No Proliferación Nuclear (TNP). El representante iraní, que también se reunió con el ex presidente de Gobierno socialista Felipe González porque "no cabe duda de que es uno de los líderes políticos de España", definió como "muy fructífera y constructiva" su reunión con Solana, que continuará el próximo martes, si bien pidió a la UE que dé pasos para resolver la actual "falta de confianza" entre ambas partes.

Irán ofrece a la UE garantizarle el suministro energético

Al referirse a las "muchas áreas" en las que se puede generar confianza, recordó que la UE mantiene prohibida "desde hace muchos la exportación a Irán de "algunos equipos de industrias avanzadas" y recalcó que la Unión ha bloqueado el acceso de su país al concentrado de uranio, conocido también como "pasta amarilla". A cambio, Irán puede garantizar la seguridad energética de la Unión Europea, añadió Lariyani, quien abogó por "trabajar sobre los intereses comunes" sin presionar a su país para que responda antes de la cumbre del G-8 del próximo día 15 a la oferta de incentivos de Alemania, la UE y los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU: Rusia, EEUU, Francia, Reino Unido y China.

Advirtió al respecto de que ese tipo de presiones dificulta precisamente la creación de un clima de confianza y reiteró que Irán no puede dar su opinión sobre la "propuesta reformada" que le expuso Solana sin dar tiempo a que los correspondientes comités y grupos de trabajo iraníes trabajen sobre los diferentes aspectos de la oferta. Lariyani, que consideró igualmente "muy fructíferas" las conversaciones mantenidas hoy con Rodríguez Zapatero y Moratinos, manifestó además su "máxima condolencia" y solidaridad con el pueblo español ante la tragedia del metro de Valencia ocurrida el pasado lunes, en la que murieron 42 personas.

La oferta planteada a Irán en junio pasado por la UE, Alemania y los cinco países miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU consiste en un conjunto de incentivos que incluye tecnología punta nuclear de uso civil y ventajas económicas. El régimen de Teherán, que para negociar este conjunto de incentivos debe suspender antes todas sus actividades de enriquecimiento de uranio, recibiría un reactor de agua ligera y el combustible necesario para su funcionamiento, así como el respaldo internacional a su candidatura para ingresar en la Organización Mundial del Comercio (OMC).