Los comerciantes piden que se restrinja el uso de los locales del centro a bancos e inmobiliarias
Avisan de que el masivo asentamiento de este tipo de negocios en el casco histórico ha hecho los alquileres «prohibitivos»
Actualizado: GuardarHasta seis entidades bancarias tienen sus oficinas centrales en un pequeño tramo de la calle Larga, principal arteria del centro de la ciudad. Los bancos han monopolizado en parte la actividad que se genera en esta zona tan importante del municipio cada día. Los repetidos intentos del Ayuntamiento por reactivar la vida comercial del casco histórico no ha servido para que en esta área hayan aumentado el número de nuevos negocios que atraigan a un mayor número de clientes.
La asociación de comerciantes del centro, Acocen, ha presentado ya una alegación al nuevo Plan Urbano (actualmente en exposición pública en su fase provisional I), para que desde la Concejalía de Urbanismo se regule el tipo de actividades que se vayan a implantar en los locales que se alquilen o se pongan en venta en la zona. El objetivo es diversificar la oferta y que las calles del centro no se llenen de un solo tipo de negocio.
En este sentido, Acocen explica en sus alegaciones que es «necesario establecer en el PGOU criterios para la regulación de las actividades comerciales en el término municipal». Así, por ejemplo, se evitaría que algunas zonas queden colapsadas de bancos, inmobiliarias o agencias de viajes, como ocurre en la actualidad.
Alquileres «muy caros»
Según los comerciantes, la implantación de numerosos negocios de la misma actividad económica ha motivado también el encarecimiento en los precios de los locales. Los propietarios de estas oficinas aprovechan el filón que están teniendo negocios como las inmobiliarias y las agencias de viaje en la ciudad, y suben los precios de sus locales. Para los comerciantes, esta circunstancia no hace más que trabar cualquier otro tipo de iniciativa que pueda resultar más atractiva para los consumidores portuenses.
Por tanto, Acocen manifiesta que es «imprescindible» fijar la tipología de establecimientos comerciales. Como explican, el Ayuntamiento tiene potestad, a través de su carta urbanística, de establecer el uso que se permita en estas oficinas. De hecho, la asociación solicitó en 2002 al anterior edil de Urbanismo, Pedro Alamillos, que iniciara las medidas necesarias para conseguirlo, «pero no se hizo nada», explica el gerente de la asociación, Luis Hiniesta.
Pero además, las alegaciones de Acocen no sólo se centran en la actividad que se vaya a generar en el centro sino también se refiere al extrarradio, una zona que se desarrollará enormemente una vez que el Plan sea aprobado. Para los comerciantes, en esta zona de la ciudad no existe la libre competencia. «No pueden continuar albergando oferta comercial en forma de medianos y grandes establecimiento comerciales que no satisfacen objetivamente el necesario equilibrio de competitividad y libre competencia», explican en la carta remitida a Urbanismo.
Saturación de bares
En cuanto al centro comercial abierto que se planea hacer en la zona de La Placilla, Acocen alerta de la importancia de diseñar bien dónde se instalarán las nuevas tiendas que vayan implantándose. La idea es no distanciar mucho entre sí los comercios para darle al comprador una mayor comodidad, como la que se le ofrece en los grandes centros comerciales.
Por otro lado, hay una circunstancia más a tener en cuenta. La norma deberá de velar porque los bares no queden concentrados en las mismas calles. Acocen advierte de que así también se evitarán las molestias vecinales y, de nuevo, se diversificaría la oferta.