Cultura

Los Pink Floyd reaparecen por sorpresa para presentar una grabación en DVD

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Los integrantes de Pink Floyd volvieron ayer a juntarse, un año después de su inesperada reaparición en el concierto Live8. A diferencia de aquella ocasión, anoche sólo estuvieron los tres miembros que continuaron en el grupo: David Gilmour, Richard Wright y Nick Mason.

Aunque la ausencia de Ro-ger Waters, que se separó de sus compañeros en 1985, estaba justificada porque el reencuentro era para lanzar el vídeo de la última gira de Pink Floyd a tres, realizada en 1994, fue interpretada como la evidencia de que difícilmente habrá una recomposición del cuarteto.

En cualquier caso, la edición en dos DVD de Pulse, que incluye los conciertos que Pink Floyd dio en Londres de su último álbum, The Division Bell, mantiene la esperanza de que al menos Gilmour, Wright y Mason retomen la memoria del grupo.

La histórica grabación recoge un concierto completo de la última gira de la banda, en 1994. Las imágenes del concierto se filmaron durante las catorce actuaciones seguidas que el grupo ofreció en el Earl's Court londinense.

Doce años después, esas 14 citas siguen constituyendo un récord absoluto de asistencia de público de pago en Londres.

El doble vídeo de Pulse, que sale a la venta el próximo lu-nes, se ha editado con una fotografía de dos grandes esferas, una encima de la otra, que simbolizan dos ojos en sus órbitas. Recuerda directamente a la cubierta de The Division Bell, en la que también dos ojos eran un elemento destacado en el marco de dos caras enfrentadas. The Division Bell fue considerado el mejor álbum de Pink Floyd desde Wish You Were Here, de 1975.

La aparición en rueda de prensa de Gilmour, Wright y Mason se produce tras algunos escarceos con Waters para custodiar la herencia del grupo. Recientemente, Gilmour, que se presenta a sí mismo como «la voz y guitarra de Pink Floyd», incluyó numerosos éxitos del grupo en un recital dado en el Albert Hall londinense.

Este fin de semana fue Roger Waters, a su vez autoproclamado en la promoción como «el genio creativo de Pink Floyd», quien se lanzó en un concierto en Hyde Park a rememorar todo el mítico álbum El lado oscuro de la luna. Waters se esmeró en no variar ni el sonido ni la estructura de las canciones, y tanto el ruido del chirriar de los trenes como el sonar de los relojes fue convenientemente reproducido.