Axl Rose, el caníbal
Actualizado: GuardarAxl Rose, único superviviente de la formación original de Guns N' Roses y propietario del nombre del grupo desde hace diez años, reanudaba sus conciertos el pasado fin de semana después de que el martes fuera detenido en un hotel de Estocolmo por morder en la pierna a un agente de seguridad. Su representante acusaba a la Policía sueca de malos tratos y de «secuestrar» al cantante para «extorsionarle» bajo la amenaza de paralizar la gira.
Merck Mercuriadis, portavoz de la banda, denuncia que las autoridades «amenazaron» con encerrar a Axl de cinco días a tres semanas sin fianza «si no cooperaba». Rose, de 44 años, fue detenido en el lujoso hotel Berns de Estocolmo mientras se encontraba celebrando una fiesta a las ocho de la mañana tras un concierto en la capital sueca.
La juerga derivó en pelea y se saldó con un espejo roto y la pierna de un guardia en la boca del artista. Según reveló la Policía, el interrogatorio en el cuartelillo tuvo que retrasarse, ya que Rose estaba tan borracho que no podía hablar.
Pagó una multa de 5.400 euros y salió de estampida para el aeropuerto camino de Oslo, donde tocó el pasado sábado.
Aunque es dudoso que recuerde algo de la trifulca, el cantante denuncia «los malos tratos» del oficial que le arrestó y la humillación en comisaría. Además, de una pulsera «muy costosa» que no ha aparecido, el «rehén» padeció la violencia física de cinco agentes que le esposaron y sujetaron mientras un médico le extraía sangre para un análisis de drogas. «Esto demuestra no sólo el grado de incompetencia, sino de mala intención», deduce la banda. «El resultado de los análisis fue ne-gativo. Forma parte de una larga historia de demandas de agentes del orden y medios de prensa contra Axl, que no pudieron sostenerse después de ser examinadas».
El temor de Guns N' Roses a paralizar la gira fue aprovechado por las autoridades suecas. «Sabían perfectamente que estamos en mitad de un tour. Conocían que hay millones de dólares en juego, sin mencionar la ilusión de miles de fans que ya han comprado su entrada». Como prueba de su buena voluntad, el artista -que en su último concierto en Madrid tardó dos horas en salir a escena- asegura que, «en otro contexto, probablemente hubiera preferido pasar el tiempo que hiciera falta en prisión para aclarar los hechos».