FIRME. De la Vega señaló que Zapatero no dejó margen para posibles conjeturas políticas al anunciar el inicio del diálogo con ETA. / FRANCISCO SECO
ESPAÑA

El Gobierno fija la Constitución como límite al diálogo con ETA

De la Vega confía en que el PP se sume al proceso de paz Para el Ejecutivo, respetar la decisión de los vascos no supone aceptar la autodeterminación

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El Gobierno salió al paso de las interpretaciones de Batasuna y otras formaciones nacionalistas para aclarar que las palabras de Rodríguez Zapatero sobre el respeto a la decisión de los vascos no implican de ninguna manera el reconocimiento al derecho de autodeterminación. Así, la vicepresidenta primera señaló que el jefe del Ejecutivo fijó «con claridad meridiana» los «límites y principios» con los que los vascos decidirán su futuro jurídico y político. «Dentro de la ley, todo; fuera de la ley, nada», resumió.

María Teresa Fernández de la Vega recordó que el presidente del Gobierno, tras anunciar la apertura del diálogo con ETA, dijo que «respetará las decisiones de los ciudadanos vascos que adopten libremente, respetando las normas y procedimientos legales, los métodos democráticos, los derechos y libertades de los ciudadanos, y en ausencia de todo tipo de violencia y de coacción». En consecuencia, añadió la vicepresidenta, las decisiones que se puedan tomar en el País Vasco deben estar «en el ámbito de la Constitución y de la ley».

De ejercicio imposible

Fuentes de Moncloa recordaron que Zapatero ha respondido en el Congreso al menos en tres ocasiones a preguntas de Mariano Rajoy y también del portavoz del PNV, Josu Erkoreka, que el derecho a la autodeterminación no forma parte de la legislación española y, por tanto, su ejercicio es imposible. Zapatero, agregaron las fuentes, se refería a una eventual reforma del marco de autogobierno dentro del Estado de las autonomías, como acaba de hacer Cataluña.

De la Vega no quiso extenderse sobre los comentarios de Batasuna y de los nacionalistas porque «las interpretaciones son libres», pero insistió en que deben «basarse en datos» para tener consistencia. Y en este caso, añadió, lo que dijo el presidente no dejó margen para las conjeturas políticas.

Moncloa consideró que las conclusiones extraídas por los dirigentes de la formación ilegal así como por cargos nacionalistas son «lecturas interesadas para su parroquia». De ninguna manera, recalcaron las fuentes consultadas, se va a aceptar un remedo del plan Ibarretxe u otra propuesta sin amplio consenso político y social, y eso lo saben el lehendakari, el PNV y Batasuna.

La vicepresidenta primera se mostró asimismo persuadida de que la hostilidad que muestra ahora el PP hacia el proceso de paz se diluirá con el paso del tiempo. El Gobierno, dijo, está «absolutamente convencido» de que el principal partido de la oposición se incorporará al consenso. «Finalmente -apuntó la portavoz- eso ocurrirá, confiamos en ello y deseamos que sea cuanto antes». Fernández de la Vega no explicó en qué elementos basa su pronóstico y se limitó a apuntar que la unidad de los demócratas en el proceso de paz es «muy importante» y así lo desea «la inmensa mayoría de los ciudadanos». A partir de esa premisa, insistió, «el PP finalmente vendrá a lo que es sensato y razonable».

Evitó precisar si Zapatero y Rajoy van a reunirse o conversar para restaurar los puentes de entendimiento, aunque aseguró que el presidente «trabaja sin descanso» para que así sea. Fuentes gubernamentales indicaron que no está previsto un encuentro con el líder de la oposición a corto plazo, y de producirse no será hasta septiembre, cuando se abra una nueva ronda con todos los grupos.

La última vez que se reunieron fue el 20 de mayo, la víspera del mitin de Rodríguez Zapatero en la localidad vizcaína de Baracaldo, donde anunció que acudiría al Congreso en junio para comunicar el inicio del diálogo con ETA. Aquel día, Rajoy estuvo varias horas en Moncloa para un encuentro al que no se dio publicidad. Desde entonces, no han vuelto a conversar cara a cara.

Reunión con Sarkozy

Por otra parte, el presidente del Gobierno se reunirá hoy con el ministro de Interior de Francia, Nicolás Sarkozy, en un encuentro enmarcado por la situación de los cerca de 153 presos de la organización terrorista en 31 cárceles francesas.

Sarkozy, de todos modos, acudirá al palacio de La Moncloa con información de primera mano ya que ayer se reunió con su homólogo, Alfredo Pérez Rubalcaba. El ministro del Interior galo también conoció la opinión del PP porque cenó con el ex presidente del Gobierno José María Aznar y el secretario general de los populares, Ángel Acebes.