Caprichosos penaltis
Actualizado: GuardarEl duelo entre Argentina y Alemania podría haberse decantado a favor de cualquiera, pero acabó decidiéndose en los caprichosos penaltis. El conjunto de Pekerman disputó una primera parte en la que controló muy bien el juego. Dominó el tiempo y trató de mantener la posesión de la pelota en todo momento. Alemania, por su parte, jugó con mucha presión, pero una presión ambiental que, ejercida desde las gradas, empuja al equipo.
El marcador se rompió con una falta muy bien sacada que Ayala remachó con un buen remate. Pero a partir de ahí Argentina renunció en parte a seguir buscando la portería con asiduidad y cedió la iniciativa. Creo que el cambio del portero y la sustitución de Cambiasso por Riquelme influyeron en el cambio de decoración. Con las variaciones tácticas, Pekerman trató de conservar. No se trataba sólo de mantener la pelota, sino que el entrenador argentino quería dar más capacidad de recuperación. Alguno podrá decir que estos cambios fueron clave en el desarrollo del partido. Yo creo que tuvieron influencia, pero fue más importante la mala suerte, que se plasmó en el par de buenos contragolpes que los sudamericanos no culminaron. Alemania, por su parte, fue creciendo hasta que logró el empate. Empujado por el entusiasmo de su público, los bravos jugadores de Klinsmann consiguieron rehacerse al tanto y, al final, mostraron más acierto en los penaltis. Argentina tiene buenos especialistas en los penaltis, pero no acertó. Y así, Alemania se convirtió en el primer semifinalista y, poco a poco, se ha convertido en un candidato temible.
Por otra parte, Francia y Brasil disputan hoy la revancha de la final del Mundial del 98. Ocho años después de aquel día que finalizó con victoria francesa. En este torneo, ambas selecciones han ido mejorando y se encuentran anímicamente muy fuertes. Es un partido que se va a decidir por la calidad de las estrellas de ambos equipos. Los dos utilizan un sistema defensivo similar y juegan de forma parecida. Defienden en zona y los laterales se incorporan al ataque con frecuencia, siendo los brasileños más ofensivos. Emerson recupera un buen número de balones y sólo sale de su zona para frenar los contragoles del adversario. Makelele cumple una función parecida y, junto a él, Vieria despliega sus cualidades.
En este sentido, creo que va a ser un partido muy igualado que se va a definir por una jugada aislada o por un toque de creatividad. Si Francia consigue con los apoyos a Zinedine Zidane dominar en el medio campo tendrá su oportunidad, pero Brasil tiene más calidad en sus pasadores: jugadores con muchísimo talento y capaces de dar asistencias magníficas. En definitiva, es el clásico partido que reúne todos los ingredientes para que veamos un buen espectáculo.