Ronaldinho, sin chistera
Llamado a liderar la selección brasileña, el jugador del Barça parece 'dormido' y aún no ha mostrado ni una pizca de su magia en los cuatro partidos del Mundial
Actualizado: GuardarLa gran mayoría de los aficionados esperaban que él fuese el faro encargado de guiar a Brasil hacia su sexta Copa del Mundo. Su temporada en el Barcelona había rayado la perfección: 17 goles, once magistrales asistencias, pases de ensueño, quiebros inimaginables y casi imposibles... Y todo aderezado con el título de Liga, la 'Champions League', el 'Balón de Oro' y el 'FIFA World Player'. Sobraban garantías como para no pensar que Ronaldinho liderase a la 'canarinha'. Pero han pasado cuatro partidos y el '10' está ausente. Escondido. Su magia se ha quedado en un segundo plano; quizá, en la Ciudad Condal.
Delante de las cámaras, ante la multitud de periodistas que cubren la información de la 'seleçao', él se muestra tranquilo. Continúa con su característica sonrisa como seña de identidad. Nada parece perturbarle. «No estoy ansioso», proclama una y otra vez. Otra cosa, sin embargo, son las sensaciones que muestra en el terreno de juego. Sin chispa, sin esa alegría que maravilla al planeta fútbol, tampoco aparecen esos geniales regates... Irreconocible.
Y el martes tocó fondo. En el encuentro ante Ghana firmó su peor actuación de todo el campeonato alemán. Desconocido, en algunas fases del choque se le vio discutir con Kaká, su compañero en la base del 'cuadrado mágico'. Es cierto que casi todos los balones pasan por los pies de Ronaldinho, pero se muestra incapaz de construir con claridad acciones de peligro. Sus pases no encontraban un destino, y tampoco sus golpes francos inquietaron a los africanos. Sólo hace falta un dato para certificar el bache: en los 340 minutos que ha estado sobre el césped (de 360 posibles), sólo ha dado una asistencia de gol. Nada más. Nadie se explica la depresión de juego que padece el 'Gaucho'. Pero, como suele ocurrir, las especulaciones se han disparado. Unos apuntan a que está 'muerto', cansado después de soportar casi 60 partidos (Liga, Liga de Campeones y bolos varios con la selección), además de múltiples campañas publicitarias. Otros, en cambio, justifican el bache de Ronaldinho en que Parreira le coloca en una posición que no es la suya y en la que, además, no goza de la libertad que tiene en el Barça. También hay un sector que apunta a que el astro brasileño se ha visto eclipsado por la pléyade de estrellas que le rodean.
Incluso algunos van más allá. Dicen que Ronaldinho sufre 'mal de amores'. El 'Bild' ya le ha colocado una novia. Se llama Alexandra Paressant, es francesa y dice que son «pareja» desde febrero. «Nos llamamos y nos escribimos mucho», declara la modelo en el diario sensacionalista alemán.
Nadie confirma ni desmiente nada. Lo único cierto, no obstante, es que Ronaldinho se ha paseado por los campos germanos como un alma en pena. Y hoy se cumple un año desde que consiguió su último tanto con la 'canarinha'. Una larga sequía para un futbolista que ha sido considerado el mejor del mundo por la FIFA en los dos últimos años (2004 y 2005).