PAN Y CIRCO

Fin de temporada

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Se acabó la temporada para el firmante. Escaso de inspiración, toca recordar brevemente lo vivido este año, del que, más que nunca, cabe sentenciar que fue bonito mientras duró. Se nos fue una oportunidad histórica para consolidarnos con los grandes, y, aunque nadie se siente culpable, no es la prensa ni la afición quien decidió que podíamos probar a quedarnos en Primera con el mínimo gasto y con un equipo que dudosamente estaba previsto para subir. Quien juega con fuego se quema, y quien tienta permanentemente la suerte acaba fracasando, porque no puede darse otro calificativo al descenso a la División de Plata, de igual forma que fue un rotundo éxito el ascenso hace un año. Para lo bueno y para lo malo. Pero aquí en Cádiz esto último no existe, y uno se siente marginal cuando intenta defender que soy de los que el resultado no nos da igual. Nunca seremos un club grande si no alcanzamos la madurez en todas las estructuras. Y de igual forma que el presidente y todo su equipo de colaboradores tiene aún mucho que aprender para estar en la elite, empezando por reconocer los errores y marcar las soluciones para que no vuelvan a repetirse, esta afición, número uno en fidelidad o en simpatía, es cualquier cosa menos crítica, siendo tal defecto especialmente preocupante en el sector joven. Como un amigo de este medio escribió tras el descenso, la actitud del aficionado recuerda a la de los padres que consienten todo a sus hijos. Grave error. Tras el fracaso, desde la más absoluta educación, habría que haber expresado el descontento a quien dirige la nave cadista, desde el banquillo o desde los despachos, y evitar que algunos, crecidos por la incomprensible fiesta del descenso, den por hecho que tienen carta blanca y total impunidad por el mero hecho de haber acudido al negocio del Cádiz, por cierto, por mucho menos dinero de lo que la gente presume. Solo el sobrehumano esfuerzo de unos jugadores y el desmérito de los otros equipos nos hizo concebir falsas esperanzas para conseguir lo que nunca fue tan fácil. Pero ahora, más que nunca, estamos donde estamos, es decir, y, con todos los respetos, a igual distancia del Real Madrid que del Racing Portuense.