«He nacido con el don de leer las líneas de la mano»

-¿Es posible ganarse la vida vendiendo romero y leyendo la mano a la gente?

-La verdad es que la vida está muy mala y es muy dificil sacar algo de dinero cada día.

-¿Y no ha intentado buscar otro empleo que le asegure más llevar ese dinero a casa?

-No hay trabajo. Estoy apuntada en el Inem, pero no me llaman para nada y eso que yo estoy dispuesta a trabajar de lo que me manden. Incluso hice unos cursillos del Ayuntamiento sobre pintura industrial, pero tampoco me salió un trabajo de ahí.

-¿Cómo es su día a día?

-Pues, hay días que gano para comer y otros que no. Yo solo quiero que me den la oportunidad de trabajar. Mi marido también está en paro y tenemos cinco hijos a los que da de comer.

-Bueno, ahora se busca la vida ofreciendo romero a la gente y leyendo la mano a los que se prestan, ¿de verdad es capaz de ver el futuro de alguien en su mano?

-Sí. He nacido con ese don. Soy capaz de leer las líneas de la mano y también los ojos. Los ojos de una persona dicen mucho.

-Y si con sus presagios ve algo malo de alguien, ¿cómo se lo dice?

-No suelo ver ni muertes ni accidentes. Adivino el futuro en cuestión de suerte y amor.

-Ahora con el verano hay más turistas por El Puerto, ¿le va un poco mejor en esta época del año?

-La verdad es que cuando empieza el verano gano para poder comer cada día. La gente te da más dinero. Además, me muevo también por Cádiz, por la calle Columela.

-¿Ha tenido algún problema porque alguien se haya sentido incómodo por su ofrecimiento?

-No. Yo no voy faltando ni me meto con nadie. El que quiere, bien y el que no, le respeto.

-Usted es de raza gitana. ¿Nota racismo cuando se dirige a la gente?

-Sí. No todo el mundo es racista, pero hay mucha gente que cuando me acerco con mi romero esconden los bolsos porque se creen que les voy a robar. Intento acercarme con discreción.