ANÁLISIS

El miedo, a escena

Actualizado: Guardar
Enviar noticia por correo electrónico

Escribo estas líneas antes de que juegue España, después de que se hayan jugado siete partidos de octavos y el vencedor en casi todos ellos ha sido el miedo. Estaba equivocado yo. Pensaba que después de la liguilla, donde siempre hay tiempo para rectificar, como hicieron Ucrania y Francia, los equipos se lanzarían más por la victoria en esta ronda, pero ha sido todo lo contrario.

El miedo a irse a casa ha podido a todo lo demás. Salvo Alemania y Brasil, que marcaron pronto, los demás han especulado hasta el final con el resultado. No han jugado, como ocurrió en el caso de Holanda o Inglaterra, como verdaderamente saben, y a los de Marco van Basten les costó muy caro.

Se mantiene bastante la teoría ya expuesta en esta columna de que quien marca primero termina llevándose el partido. Y ahora en octavos es aún más importante. Sólo Argentina fue capaz de remontar a México.