Matrimonio de acero
Actualizado: GuardarEl acuerdo de fusión, alcanzado en el último momento, entre Arcelor y Mittal Steel soluciona un contencioso empresarial hasta ahora muy enquistado y crea el primer grupo mundial del acero, a larga distancia del siguiente. Pero, sobre todo, pone de manifiesto respecto de otras operaciones el crucial elemento diferenciador que supone abordar estas operaciones desde unos parámetros estrictamente financieros, como demuestra el hecho de que se ha terminado ofreciendo un precio -40 euros por acción-, que supone un 45% más de lo ofrecido inicialmente.
Hasta ahora, Arcelor se había resistido a las ofertas de su competidor e incluso había organizado una maniobra defensiva de fusión con la rusa Severstal, pero al final ha preferido aliarse con el gigante angloindio.
Y es que el sector del acero, tras un durísimo proceso de reconversión en el que se perdieron miles de empleos y se enterraron miles de millones de dinero público, ha entrado en una especie de segunda juventud, empujado por los tremendos aumentos del consumo que han inducido fundamentalmente el crecimiento de los grandes países asiáticos.
Así, hoy son empresas privadas que cotizan en Bolsa y actúan en múltiples países para dar respuesta a las necesidades de un mundo global. Sin embargo, la intervención pública pasada en Arcelor -resultado de la fusión de Usinor y Aceralia-, le confiere a la operación un significado especial.
Inevitablemente, la unión con un productor procedente de un país de bajos costes laborales levanta suspicacias sobre el futuro de las instalaciones radicadas en suelo europeo, en donde las condiciones de entorno son muy diferentes, y sobre el futuro de sus trabajadores.
Ni siquiera las ingentes inversiones en nuevas instalaciones que se programan en China y que van a incrementar severamente la capacidad instalada y provocar un seguro problema de sobreproducción de acero y deflación de precios ha convencido a los sindicatos para aceptar sin más la creación de un nuevo gigante del acero como la única oportunidad de afrontar los venideros retos asiáticos.
Los que sí han dado su visto bueno a la operación, de momento, han sido los mercados bursátiles, que han premiado la fusión con fuertes subidas de Arcelor en su cotización.