Provocan a patadas su expulsión
Actualizado: GuardarLos etarras Jesús María Etxeberria y Ángel Aranburu, juzgados ayer en la Audiencia Nacional por colocar en diciembre de 2002 un coche bomba en un parking de Santander, acusación por la que se enfrentan a 18 años de cárcel, la emprendieron a patadas con el cristal blindado de la sala de vistas para intentar ser expulsados, objetivo que no lograron.
Antes de ser preguntado, Etxeberria se dirigió, en euskera, al tribunal: «No responderemos a ninguna pregunta. Sólo queremos decir que somos militantes de ETA y que estamos orgullosos de ello», dijo.