Ucrania sonríe en los penaltis
La selección de Shevchenko aguantó las tímidas embestidas de Suiza y hace historia al colarse en los cuartos de final, en los que se enfrentará a Italia
Actualizado: GuardarEl acierto del guardameta Shovkovski en los penaltis y la pésima puntería de los suizos, que no marcaron ni uno de los tres que lanzaron, decidieron a favor de Ucrania un partido de perfil bajo en el que los protagonistas sólo buscaron no perder. Hubo esfuerzo, lucha, abnegación, pero el fútbol debe ser un fenómeno de otro planeta. La mayor exquisitez de toda la noche, una pena máxima ejecutada por el suplente Milevskyi al estilo Panenka. Suiza se vuelve a casa sin perder y sin encajar ni un gol. Le servirá de aprendizaje para la Eurocopa, que coorganizará en dos años.
Lo más grave de todo es que Ucrania ahora se mide el próximo viernes a Italia, en Hamburgo, en un duelo de cuartos nada recomendable para paladares exigentes. Parece increíble que un equipo al que España barrió del campo y le endosó cuatro se cuele entre los ocho mejores del mundo en su estreno en la élite. Grandezas o miserias del fútbol, según se mire.
Fue el típico duelo entre dos equipos menores, sabedores de que, más allá de algún actor principal como 'Sheva', que falló el primer penalti de la serie, sólo pueden crecer desde la disciplina, el colectivo y la presión. Si helvéticos o ucranianos se abren, se parten, plantean cara a cara, están perdidos contra cualquier rival de postín. Si van por detrás se ven incapaces de remontar, pero mientras el partido esté empatado o jueguen con ventaja, son correosos... y tediosos.
Dentro de un estilo parecido, muy europeo, Suiza es quizá algo más alegre y dinámica. Trata de llevar la iniciativa, de tocar más, de buscar a Frei a base de triangulaciones. Pero le falta calidad, prestancia, ingenio y llegada. El delantero del Rennes ha bajado su rendimiento por culpa de una lesión que le tuvo inédito el último trimestre y Hakan Yakin es una sombra del tipo diferente que fue.
Los ucranianos, analizados hasta la saciedad antes de medirse a España, van a lo suyo. Son como autómatas. Se dedican a contragolpear y a intentar sorprender a balón parado. Para esta faceta, Blokhin descubrió después del pésimo primer partido inicial a Kalinichenko, un centrocampista del Spartak de Moscú con un golpeo de rosca fantástico.
Equilibrio
Se pisó tan poquito el área que no se notaron las bajas en ambas defensas. Kobi Kuhn ya había perdido a Senderos, el notable central del Arsenal que se retiró ante los surcoreanos con un hombro dislocado, y encima a la media hora se lesionó su sustituto Djourou, otro joven zaguero fichado por el club londinense. Y en los ucranianos, las sanciones dejaron a Blokhin sin Rusol y Sviderskyi. Como no le quedaba otra, arriesgó al recomponer el equipo, ya que tiró hacia atrás a Gusin, un mediocentro, y con ello tuvo una mejor salida de balón.
El equilibró marcó ya un anodino primer tiempo en el que los contendientes se tantearon. Tanta igualdad hubo que hasta los dos se estrellaron contra el travesaño. Y como era normal en un duelo tan táctico, en acciones de estrategia. Primero fue Sheva' el que cabeceó a la madera una falta escorada que lanzó Kalinichenko y, casi en la siguiente jugada, Frei ejecutó un golpe franco que golpeó junto a la escuadra, con Shovkovskyi ya batido. Suiza tuvo una ocasión más, un gran disparo del ex atlético Wicky al que respondió con grandeza el 'muro' del Dinamo de Kiev.
Sólo la entusiasta ola de la grada animaba el cotarro en una segunda parte en la que Cabanas, el joven suizo de origen gallego, cometió dos errores. Metió un codo innecesario en un tiro libre de 'Sheva', el único que se dio cuenta y pidió penalti, y luego dejó peligrosamente la pierna a Nesmaschny, quien siguió medio cojo por la ausencia de defensores. Barnetta le imitó y se pasó tres pueblos en la suela que 'regaló' a Vashchyuk.
El partido se cerró tanto que sólo podía destaparlo alguna genialidad de 'Sheva', que lo intentó con elegancia y destreza la única vez que pudo, pero erró en el punto de mira. Con esas trazas, la prórroga era inevitable. Y los penaltis. Al menos en esa suerte, ya no queda más remedio que mirar hacia la portería. Pero los suizos encontraron a Shovkovskyi.