El mundial de los pares
Actualizado: GuardarEste torbellino de imágenes y sensaciones que está siendo el Mundial de Alemania se va a alargar un mes, tiempo suficiente para que las arcas del país anfitrión (bares, pubs y salas de alterne) estén a reventar para satisfacción de Beckenbauer y su cohorte de dobles desperdigados por todos los estadios. Dicen los expertos, figuras que en estas citas aumentan hasta cifras mareantes, que lo bueno de verdad comienza ahora, cuando perder se paga con un hasta dentro de cuatro años. Éste está siendo además el Mundial de los números pares; al menos, para el que se tumba en su sofá después del curro y agarra el mando a distancia como el que pilla un plato de jamón. ¿La Cuatro o la Sexta? Los índices de audiencia dicen que, cuando juegan los chicos de Luis, los españoles nos decantamos por Maradona, que habla mucho, pero no dice nada. Se equivocó quien contrató a Diego, pues mejor haberle colocado un micro cuando en pleno éxtasis y con el rostro desfigurado saca lo mejor de sí, animando a la albiceleste. La debutante ha apostado para lo bueno y lo malo por Andrés Montes, que ha cambiado las canastas por el fútbol. Todos hemos salido perdiendo aunque hayamos descubierto que Julio Salinas no es un tipo tan soso como lo pintaba TVE. Respira el bueno de Montes porque su jefe (Emilio Aragón) ya se ha hecho con los derechos del Mundial de Baloncesto y pronto volverá a su verdadera salsa. En lo meramente deportivo, tres apuntes han marcado la primera fase o ensayo general en el que las favoritas no han deslumbrado, pero han sobrevivido. África no explota porque su poderío físico no casa con su nula disciplina táctica. El jogo bonito es pura mercadotecnia pareja a esa crisis de ansiedad que vive el gordito que se embolsa todos los años 2.000 millones de pesetas. Y nos queda España que, con un par, está ofreciendo fútbol moderno con un seleccionador de la vieja guardia, que canta como el que más e incluso ha puesto a Raúl en su sitio.