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Un incendio quema 15.000 libros que Quorum almacenaba en un patio
La rápida intervención de los bomberos evitó que el fuego se propagase al interior de la librería y que afectara a la estructura del edificio y las de los inmuebles colindantes
Actualizado: GuardarLa noticia es lo que no ha pasado. Un minuto más y las llamas hubieran provocado un desastre de incalculables dimensiones. Una puerta -que separa Quorum del patio donde se desató el incendio, pasadas las doce de la noche del jueves- evitó que el fuego entrase en la librería y destrozara los miles de libro que llenan sus estanterías. Además, las altas temperaturas hubieran hecho peligrar las estructuras del inmueble y la de los edificios colindantes de la calle Cervantes.
De hecho, la rápida intervención de los bomberos, que acudieron alertados por un vecino que vió salir humo por la calle Cervantes -a través de un pasillo que comunica con el patio donde había una carpa que almacenaba más de 15.000 libros y diverso material de oficina- evitó males mayores.
Aún así, los bomberos desalojaron a cinco familias, en total 18 personas, del inmueble de la calle Cervantes, que también se vió afectado por el humo y las altas temperaturas. De hecho, dos de las cocinas que dan al patio sufrieron daños, una de ellas en el mobiliario y otra tuvo un escape de gas al derretirse el tubo de la bombona. Una de las familias aún continuaba ayer desalojada al quedarse sin cocina.
Inspección
Jaime Domínguez, ingeniero jefe de zona del Consorcio de Bomberos, que ayer por la mañana inspeccionaba el lugar junto con otros compañeros, explicó que el fuego «se cogió justo a tiempo y que «un minuto más y se hubiese propagado al interior de la librería».
Los bomberos tardaron más de seis horas en sofocar el incendio y tuvieron que emplear espuma (mezclada con agua) para apagar las llamas, ya que el agua por sí sola provocaba excesivo humo, lo que ralentizó la extinción del incendio.
Olor a quemado
El olor a quemado aún no había desaparecido ayer por la mañana en la calle Ancha. La madrugada había sido larga y, pese a todo, hasta había que dar gracias.
A las doce de la noche los bomberos recibieron la llamada de un vecino alertando de que olía a quemado y de que veía salir humo de la carpa y por el pasillo que da acceso a la calle Cervantes, que fue precisamente por donde entraron los efectivos para localizar el foco del incendio, por un estrecho pasillo en forma de 'L' en el que también había estanterías con libros. El intenso humo impedía ver más allá de lo que permitían los equipos autónomos, pero los bomberos sólo tardaron unos cuatro minutos en comprobar que el fuego procedía del patio. Cuando accedieron a este espacio las llamas alcanzaban casi los ocho metros y había zonas a más de 900 grados de temperatura. Aún así actuaron rápidamente impidiendo que el fuego se propagase aún más.
La pérgola que servía de almacén estaba totalmente en llamas y las estanterías metálicas derretidas. La imagen era desoladora una vez sofocaron el fuego. Los propietarios, José Luis Jaime y Pedro Rivera, no podían creer lo que veían. El día anterior habían almacenado también más de 150.000 bolsas de plástico con el logotipo del negocio para la próxima campaña de ventas y, además de los 15.000 libros había mucho material imprescindible para la oficina.
Inventario
Durante todo el día de ayer los bomberos y expertos pasaron por la librería para inspeccionar el lugar, acordando que toda persona que accediese al patio lo hiciera con casco, ya que se estaba desprendiendo parte de la fachada y caían cascotes al patio.
Para el lunes está previsto que lleguen unos especialistas de Valencia para analizar el terreno y determinar las causas del siniestro, ya que hasta el momento se desconocen, pese a que Pedro Rivera, uno de los propietarios, apunta a la posibilidad de que, presuntamente, una colilla caída de los edificios colindantes haya podido provocar el fuego.
De momento, los propietarios de la librería en una primera valoración, que podría ascender, estiman que las pérdidas pueden sobrepasar los 150.000 euros, aunque todavía tienen que hacer el inventario, trabajo que iniciarán hoy mismo y que puede durar varios días.