«Ha habido una revolución total en los gimnasios»

-¿Cuánto tiempo lleva ejerciendo de monitor?

-Llevo cinco años trabajando en este gimnasio como instructor de musculación.

-¿Cómo se inició en el mundo de las pesas?

-Yo siempre me he sentido atraído por el mundo del deporte. Además, me di cuenta que podía ser una buena vía para encontrar trabajo. Hice unos cuantos cursos y, sin darme cuenta, me ví trabajando en la sala.

-¿Qué tipo de personas vienen a entrenar?

-Pues hay personas de todo tipo. Antiguamente, el gimnasio era territorio masculino exclusivo, pero ahora todo eso ha cambiado. De hecho, las mujeres se están convirtiendo en mayoría, ya que buscan realizar activicades como aeróbic, step, spinning...

-¿Es una actividad reservada sólo a los jóvenes?

-De ningún modo, tenemos gran cantidad de gente mayor que se apunta al gimnasio por prescripción médica. Y muchos de ellos arrastran a amigos y familiares, por lo que se trata de un sector bastante amplio.

-¿Cuál es el perfil medio de vuestros clientes y qué objetivos tienen?

-Chicos o chicas de veintitantos años que quieren ganar masa muscular y conseguir un buen tipo, respectivamente.

-¿Ha visto una evolución en el mundo de los centros deportivos en estos últimos años?

-Ha habido una revolución formidable en los últimos diez años. Antes, los gimnasios se componían de pesas y máquinas. Ahora mismo, cualquier centro tiene cintas para correr, elípticas y gran tipo de aparatos para aumentar la resistencia y hacer ejercicio cardiovascular. El gimnasio ofrece un entrenamiento integral.

-¿Cuál es el secreto para ponerse en forma?

-Pues es algo muy sencillo que la gente no entiende. Se trata de un compendio entre ejercicio y alimentación. No vale para nada entrenar muy fuerte en el gimnasio si luego se comen grasas y bollería. Dime qué comes y te diré quien eres. Así de simple.