Los nervios protagonizan la primera jornada de Selectividad en Jerez
Más de ochocientos alumnos se examinaron en el Campus de La Asunción de las asignaturas comunes La jornada transcurrió con total normalidad, al margen de los típicos olvidos de última hora
Actualizado: GuardarLes llegó la hora de la verdad. Más de ochocientos alumnos de Segundo de Bachillerato de las localidades de Jerez, La Barca de la Florida, Trebujena y Arcos se agolpaban en el Campus de La Asunción a las ocho y media de la mañana, con más nervios que otra cosa, para hacer el tan temido examen de Selectividad. En la sede de Ubrique se presentaron otros doscientos chicos y chicas, procedentes de los centros de localidades de la Sierra como Olvera, Villamartín o Alcalá del Valle.
El presidente de los dos tribunales del Campus de Jerez, Francisco López Aguayo, destacó la «absoluta normalidad durante los primeros exámenes», que se celebraron ayer. Este año no se ha producido ninguna anomalía «y estábamos preparados con el número de fotocopias». López sólo reseñó algún que otro fallo leve en las tarjetas de Selectividad que los alumnos debían presentar antes del examen pero que «se han solventado rápidamente». Pero siempre se dan casos de mala suerte, como el de un alumno que se examinaba en el Campus de Algeciras que sufrió un ataque de apendicitis durante la prueba y tuvo que ser trasladado al Hospital en una ambulancia. Tendrá su oportunidad en septiembre.
También hay tiempo para la picaresca y las chuletas. «Siempre hay alguno que intenta copiar. Mientras haya exámenes en el mundo, habrá quien lo intente copiar. Le llamamos la atención con cariño y ya está», explica el presidente del tribunal, que es el encargado de que los alumnos dispongan de lo necesario para que realicen la prueba con todas las garantías.
Los exámenes se prolongaron durante toda la mañana de ayer, igual que ocurrirá hoy. El Campus estaba más animado que de costumbre y alguno aprovechaba para conocer las instalaciones de la que puede que sea su Universidad el próximo curso.
Araceli Navarro, alumna del IES Seritium, no ha dormido en toda la noche: «Nada, ni viendo la tele me quedé dormida». El examen de Inglés «era demasiado difícil pero los demás me han ido muy bien», explica, a pesar de la falta de sueño. Su amiga, Laura Iglesia, tampoco está contenta con el examen de lengua extranjera pero, por lo menos, no ha sufrido los nervios durante la noche: «Me entraron cuando llegué por la mañana y vi a tanta gente aquí. El examen que más miedo me da es el de Geografía».
David Baca, profesor del colegio La Salle en Arcos, pertenece también al tribunal y asegura que «lo más complicado para un alumno que se examina de Selectividad es que se juega un alto porcentaje de la nota en seis exámenes que se hacen en tres días y, además, está la presión familiar y social».
Según este docente, que tiene contacto diario con los aspirantes a la Universidad, «esta prueba debería estar dirigida a la carrera que cada uno quiere estudiar. Debería ser un examen de acceso según la titulación, siempre que hubiera más demanda que plazas en esa carrera, claro». Lo mismo piensa López sobre la idoneidad de esta prueba de acceso: «Es necesaria porque no todo el mundo vale para estudiar, pero creo que, después de una prueba de madurez general, debería estar orientada a lo que cada alumno quiere estudiar. No estoy de acuerdo en que se haga voluntaria».
Los exámenes de esta prueba no suelen ser demasiado difíciles, de hecho, «son más fáciles que los de Bachillerato», pero les pueden más los nervios y la presión de estudiarse de nuevo todo lo aprendido durante un año en unos días. Aún así, David Baca cree que «el nivel de los alumnos está bajando por culpa de las sucesivas leyes».
A Carlos Díaz, alumno del IES Padre Luis Coloma y aspirante a traductor, los nervios no le jugaron una mala pasada y bordó el examen de Inglés: «Tiene que haber una selección para igualar a todos los centros».