A Beckham le meten un gol
'Instinct', un desodorante al que el futbolista presta su imagen, contiene productos que dañan los testículos y reducen la fertilidad
Actualizado: GuardarGolden Balls (Pelotas de oro), apodo por el que muchos seguidores del deporte del balón conocen al megafutbolista David Beckham, parece ahora menos apropiado que nunca. Entre partido y partido del Mundial, el espacio informativo Rapport de la televisión estatal sueca recogió una noticia que dejó helados a los fans del rubio delantero: «Un producto de perfumería promocionado por David Beckham puede dañar los testículos y la capacidad de tener hijos».
Inger Cederberg, investigadora de renombre y portavoz de la Inspección General de Productos Químicos de Suecia (Kemikalieinspektionen), anunció que este departamento, cuyo cometido es controlar la calidad de los artículos a la venta a fin de preservar la salud de los ciudadanos, había descubierto en los análisis efectuados al desodorante ciertos ingredientes que, además de estar prohibidos en la Unión Europea, son «altamente perjudiciales»: «El desodorante Instinct contiene DEHP, substancia prohibida por su acción nociva. Si nos la encontráramos en un envase cualquiera debería llevar, por ley, la calavera de veneno». La investigadora advirtió, además, de que el producto está compuesto por otros elementos «altamente peligrosos para la salud y el medio ambiente, que pueden perjudicar gravemente los testículos y la fertilidad del varón».
La noticia ha caído como una bomba. Pero como a río revuelto, ga-nancia de pescadores, algunos establecimientos, aprovechando lo oportuno del momento están ofreciendo el desodorante del divo a precio de campeonato.
La mayoría, sin embargo, alza los ojos al cielo y se pregunta cómo es posible que su estrella favorita preste su nombre a semejante veneno, y se apresuran a devolver el potingue a la empresa Unicare, encargada de la venta y distribución de la serie Beckham. Según parece, entre todos los artículos que pasaron por el ojo crítico y los análisis de los inspectores (incluidos los de otros famosos, como Jennifer López, Britney Spears o André Agassi), el Instinct de David Beckham, uno de esos lujos que pertenecen al terreno del capricho enfrascado en un tubo de elegante diseño, es el que peores consecuencias puede tener para la salud. «Cuando nos damos una ducha viril y excitante con ese desodorante que contiene la substancia, DEHP, prohibida incluso en juguetes y demás artículos, exponemos nuestro organismo a un tóxico bien conocido en todo el mundo civilizado», señala Cederberg.