ESPAÑA

Los Reyes entregaron ayer el Premio Carlos V a Kohl

Los debates planteados desde la crisis de la Constitución Europea fueron objeto de análisis

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Europa es más necesaria que nunca. Fue una de las conclusiones del Encuentro sobre el Futuro de Europa, organizado por la Fundación Academia Europea de Yuste, celebrado ayer lunes en la Basílica del Real Monasterio.

Una Europa que responda a los retos que tiene planteados sobre terrorismo, inmigración, medio ambiente, cambio climático, que proteja a sus ciudadanos dentro y fuera, que defienda los valores, que hable con una sola voz y que afiance la ciudadanía. Problemas y soluciones que no pueden abordar en solitario los Estados-nación. Prácticamente todos los debates que se vienen planteado desde la llamada crisis de la Constitución Europea, con los referendos negativos de Francia y Holanda, se reprodujeron en el Monasterio de Yuste a lo largo de la jornada de ayer. Felipe González lanzó la pregunta de si Europa estaba en condiciones de competir en el liderazgo tecnológico en un mundo globalizado, porque en caso contrario no podría responder ni mantener los logros sociales de los ciudadanos ¿Qué poder queremos para Europa? se preguntó, porque esta cuestión está sin definir mientras nos preocupamos por el reparto del poder, en especial tras la caída del Muro de Berlín, la revolución tecnológica y la globalización.

Felipe González concluyó que se ha aumentado el distanciamiento con EE UU después del 11S y que nos encontramos ante un problema de supervivencia: la supervivencia económica y la supervivencia de los valores sociales que defendemos en Europa. Y para superar esto, debemos tener una política energética europea y una política de seguridad exterior, que saldría de redistribuir la política de defensa de los países europeos. Anadió que «tenemos que tomar en serio el principio de subsidiariedad». El Nobel y miembro de la Academia Europea de Yuste, José Saramago, propuso la existencia de un pacto de no agresión entre las religiones.