Zapatero pondrá en marcha el proceso de paz en el País Vasco sin el apoyo del PP
El Gobierno descarta un anuncio formal para informar del diálogo con la banda
Actualizado: GuardarJosé Luis Rodríguez Zapatero pondrá en marcha el proceso de paz sin el respaldo del PP. El presidente del Gobierno comunicó ayer a la dirección del PSOE que la ruptura con Mariano Rajoy no alterará su decisión de autorizar los contactos con ETA, aunque el papel que jugará el Congreso en el inicio del proceso será menor del previsto en un principio. El líder del PP acentuó por su parte su desacuerdo con la política antiterrorista del Ejecutivo.
El jefe del Gobierno considera imposible convencer a estas alturas al presidente del primer partido de la oposición de que cambie de estrategia, pero hará un último esfuerzo. Fuentes gubernamentales y socialistas confirmaron que Rodríguez Zapatero llamará a Rajoy antes de una próxima comparecencia en el Congreso de los Diputados en la que anunciará la apertura del proceso de paz.
En esa conversación, volverá a pedir al líder del PP que se sume al consenso. El presidente del Gobierno cree que le resultaría más fácil dirigir el proceso con el jefe de la oposición a su lado y por ello ha pedido a los portavoces de su partido que tiendan la mano al partido de Rajoy. Así lo hizo ayer el secretario de Organización y Coordinación, José Blanco, que mezcló la invitación al consenso con duras críticas a los populares al término de la reunión de la dirección socialista: «quiero pedir al PP su apoyo porque, aunque sus dirigentes no tengan futuro, no pueden dificultar el proceso de paz».
Sin freno
Tanto en el Ejecutivo como en el PSOE están seguros de que esos llamamientos no servirán de nada porque el PP ya ha tomado la decisión de enfrentarse al Gobierno. No obstante, insistirán y tratarán de tender puentes con el PP para no aparecer ante los ciudadanos como los obstructores del acuerdo.
La hoja de ruta de Zapatero contempla que, tras el anuncio oficial en el Congreso, se produzcan los primeros contactos con ETA y mientras los socialistas vascos se reúnen con Batasuna para instar a sus representantes a dar pasos que permitan su legalización. La brecha abierta con el PP no ha variado esa planificación, pero sí ha rebajado las condiciones en las que se celebrará el pleno parlamentario sobre el alto el fuego permanente. En las últimas semanas el Gobierno ha modificado algunos de sus planes iniciales al rebajar al mínimo su formato para evitar un «encendido» enfrentamiento.
La intención del Ejecutivo es que la comunicación del presidente sea breve y no provoque una extensa discusión con los partidos. Fuentes gubernamentales explicaron que la posición de los grupos no es relevante porque sus portavoces ya adelantaron su postura en las entrevistas que mantuvieron con Rodríguez Zapatero en La Moncloa, pero tampoco descartaron que puedan fijar su posición porque «todavía no está decidido».
No será en una sesión extraordinaria, sino durante uno de los dos próximos plenos ordinarios de junio. El Gobierno no pedirá a la Junta de Portavoces la celebración de un debate específico porque la comunicación no será oficial y el presidente podría utilizar cualquiera de sus intervenciones para informar a la cámara baja de su intención de abrir el proceso de paz.
Mientras, la disconformidad del primer partido de la oposición es total. «No me parece bien nada de lo que está haciendo el Gobierno en relación con ETA», dijo ayer Rajoy, quien acusó al Gobierno de incurrir en «una frivolidad insuperable». El órgano de dirección del PP avaló la propuesta de su presidente para rechazar cualquier concesión a la organización terrorista mientras no renuncie a las armas o anuncie su disolución.