Que viva España
Actualizado: GuardarAlas nueve de la noche ni un alma en la calle. En los bares, si quieren. Pero frente a la tele. Juega España. Palabras mayúsculas. Sobre todo después de lo visto el miércoles. ¿Que juega España hombre! Un respeto, que ya está bien de mofarse del equipo de todo un país. Prácticamente desde el España-Malta de diciembre del 83 -entonces todos sí éramos de la selección- lo único que he escuchado sobre el equipo nacional son mofas y befas. Y ya ha llovido. Más de veinte años escuchando estupideces tipo «somos unos matracas», «la selección no vale para nada» o «yo quiero que gane Italia».
Vale que ha dado pocos motivos para la alegría, pero el problema de este país no es ese. El problema -ya lo escribí una vez y me reafirmo en ello las veces que haga falta- es que aquí se aprovecha el fútbol para mezclarlo con la política. Y la consecuencia es que uno tiene que soportar una cantidad de tonterías impresionante. Si un francés se pone la mano en el corazón cuando escucha el himno de su país, o un inglés, o un brasileño, o un alemán o cualquiera menos un español, se ve como algo normal. Pero aquí, amigo mío, eres poco menos que un represor asesino con un busto de Primo de Rivera en la entrada de tu casa. Estupideces, ya digo. Me encantaría poder ver esta noche el partido en un bar de Cádiz con mi bandera de España sin tener que escuchar ningún comentario absurdo. Más que nada por la pereza que me da tener que argumentar una y otra vez que no soy facha ni dejo de serlo. Simplemente quiero ver ganar al equipo de mi país. Quiero que Villa le enchufe tres a Ali Boumnijel, el portero de Túnez. Quiero que si juega Raúl lo haga bien. Y Puyol. Y Torres. Me da igual en qué equipo jueguen. Si son del Barça o del Madrid. Son de España. Y a tomar por saco todo el que anime a Togo sin ser togoleño, o como se diga, sólo por hacer la gracia. Qué arte tienen esos que se rien de la selección cada vez que pierde. Es posible que vuelvan a hacerlo en breve porque España ha empezado bien, pero de ahí a ganar el Mundial va eso, un mundo. Así que cuando llegue el batacazo -ojalá que no- que hagan lo que quieran. Yo seguiré animando a mi selección. A España. ¿Que viva España!