ESPAÑA

Piqué augura una «sorpresa» y Pujol apela a los sentimientos nacionalistas

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Las fuerzas políticas catalanas apuraron hasta la medianoche para lanzar sus últimos mensajes a los electores. El presidente del PPC, Josep Piqué, aventuró una «sorpresa desagradable» para los partidarios del «sí», mientras que desde CiU el ex presidente Pujol apeló al sentimiento catalanista para pedir el apoyo a este nuevo Estatuto, que Artur Mas considera que ha liderado CiU. Desde ERC, Carod-Rovira demandó el voto negativo del millón de personas que, dijo, salieron a la calle en febrero tras el lema Por el derecho a decidir.

Josep Piqué, en sus últimos mensajes de campaña, pidió «un 'no' como una catedral», que a su vez significará un acto de «rebeldía» y de «libertad» contra una clase política que «ha puesto por encima de todo, sus intereses partidistas», y dijo que los patidarios del «sí» van a tener una «sorpresa desagradable».

Desde CiU, su presidente, Artur Mas, pidió al pueblo catalán que el domingo «tome el liderazgo» para que haya «una auténtica ola a favor del 'sí', que ahogue todas las voces que han intentado abortar el progreso de Cataluña», incluidos PP y ERC.

Orgullo nacional

Por su parte, el ex presidente Jordi Pujol reclamó el «sí» no tanto por los «argumentos intelectuales» sino «por patriotismo, nacionalismo y sentimiento de país». Pujol exhibió «el orgullo» de «haber pasado por encima de nuestras propias tentaciones y miserias por sacar provecho partidista», poniendo «palos en las ruedas» a un proceso impulsado por otro Gobierno y, en lugar de eso, haber «estado al servicio del país» logrando un nuevo Estatuto.

El líder de ICV, Joan Saura, apeló a los votantes «independentistas» a apoyar el nuevo texto para lograr un «sí» «contundente» que significará «un primer paso» hacia un gobierno de izquierdas en el que ICV «debe tener una fuerte presencia».

El presidente de ERC, Josep Lluís Carod-Rovira, cerró la campaña pidiendo el «no» en el referéndum al millón de personas que, según la plataforma Pel Dret de Decidir, asistieron a la manifestación organizada en Barcelona el 18 de febrero. La plataforma no pedía entonces ningún voto en concreto, sino que era crítica sobre las negociaciones.

Ciutadans de Catalunya defendió que lo importante es «cambiar la clase política y no el 'Estatut'», que calificaron «apaño Mas-Zapatero».