«Queremos la verdad, y si hay algún culpable que pague»

El rostro de Rocío Ávila es la viva imagen de la desolación, y también de la preocupación por su hijo mayor, que sigue internado en otro centro desde hace unos meses y que «está regular, empieza a hacer preguntas sobre su hermano, y le dan crisis nerviosas».

Lo mismo le ocurre a Rocío. «Como el niño hacía unos meses que no vivía aquí, no me parece que no vaya a verle más... Aún no me lo creo». Pero lo que tiene muy claro es que «va a luchar». «Quiero saber qué pasó, de qué ha muerto mi hijo, hablar con el monitor que estaba con él. Y si hay algún responsable, que lo pague», porque «unos me dicen fue de un ataque al corazón, otros que otra cosa... Estamos esperando el resultado de la autopsia», afirma la madre. «Quiero saber la verdad», insiste Rocío, porque «a lo mejor fue todo un accidente y Dios se tenía que llevar a mi niño, pero como no me dicen nada, todo me parece muy oscuro. Mi hijo -continúa- estaba en un centro de protección de menores de la Junta de Andalucía... pero mi hijo ahora está muerto. ¿Y eso es estar protegido?»