![](/cadiz/pg060616/prensa/fotos/200606/16/044D5CA-DEP-P1_1.jpg)
África sigue sin despegar
Llamados a convertirse en la gran revelación del Mundial, los equipos del continente negro han firmado una lamentable primera ronda
Actualizado: GuardarCuando Camerún sorprendió al mundo con su victoria ante la Argentina de Maradona en el partido inaugural de Italia'90, muchos expertos señalaron a los equipos africanos como una potencia emergente que podía cambiar en poco tiempo la jerarquía del fútbol. Quedaron prendados de las cualidades físicas y la capacidad de improvisación que caracterizaban a unos conjuntos que no podían esconder unas lagunas de concentración y unas terroríficas carencias tácticas. La opinión generalizada apuntaba a que esos fallos de coordinación entre líneas, esos despistes a la hora de defender una jugada a balón parado, se corregirían a medida que los jugadores del continente negro fuesen fichando por equipos europeos.
Pues bien, 16 años después, los equipos africanos siguen sin terminar de despegar y continúan acumulando ingenuos errores defensivos que echan por tierra las buenas sensaciones que desprenden a la hora de atacar. Los números son evidentes: Costa de Marfil, aunque agradó con su fútbol, acabó perdiendo ante Argentina; Ghana sucumbió ante la pericia italiana; Angola sólo presentó resistencia a Portugal y Togo, la más débil de las escuadras africanas, hincó la rodilla ante Corea del Sur en un partido en el que se llegó a poner por delante. Estos cuatro debutantes en la Copa del Mundo cuentan sus partidos por derrotas. Y sólo Túnez, de la mano de Lemerre, ha conseguido un empate ante Arabia Saudí.
Costa de Marfil
Se formulan muchas hipótesis para explicar su bajo rendimiento. Algunos siguen achacando los fracasos a la falta de experiencia. Esta explicación, sin embargo, no termina de convencer pues Costa de Marfil cuenta con 22 de sus 23 futbolistas en clubes extranjeros. «Hoy en día existe una nivelación de los valores en el fútbol mundial y ello se debe al nomadismo de este deporte, una internacionalización caracterizada por una circulación de jugadores africanos en Europa», explicó el pasado miércoles Amsata Fall, director técnico de la federación de Senegal.
Los entrenadores africanos se sienten más atraídos por la explicación que apunta a la falta de acoplamiento de los equipos como causante de los errores infantiles y, por extensión, de los batacazos mundialistas. Y es que los preparadores de las grandes potencias padecen serias dificultades para contar con sus mejores jugadores durante la fase de clasificación.
La gran mayoría de sus estrellas juega en Europa y, por problemas de calendario y por la presión que ejercen los clubes que les pagan, muchas de ellas no acuden con regularidad a la llamada de su selección. Esto, además de provocar que se produzcan sonoras sorpresas en la ronda clasificatoria, como la ausencia en el Mundial de Camerún, Senegal, Nigeria y Sudáfrica,, impide que los jugadores dispongan de la continuidad necesaria para acoplarse debidamente.
Con todo, sólo ha transcurrido la primera jornada y los cinco todavía mantienen sus esperanzas de progresar en el torneo. En buena parte dependerá de que no sigan obsequiando a sus rivales con errores infantiles. «El día que los africanos tengan la disciplina de los asiáticos, nadie les gana un Mundial», subraya el brasileño Zico, actual seleccionador de Brasil y mítico ex futbolista conocido en el mundo como el Pelé blanco.