El 'puyolazo'
Actualizado: GuardarEl partido había entrado en el sopor propio de la hora de la siesta. Con un sol plomizo similar al del verano castellano y un tres a cero en el marcador, españoles y ucranianos habían dado el encuentro por finiquitado. De repente, surgió Carles Puyol con la casta que le caracteriza y la técnica que destila en pequeñas dosis. Ya había apagado al faro rival, Shevchenko, pero quería sumarse al inusual recital ofensivo del equipo nacional.
Fue la jugada del partido. Desde el centro de la zaga, su posición natural, el barcelonista arrancó con raza. Se plantó en el medio campo sin oposición. «Éste no es capaz de llegar», debieron pensar los ucranianos. Pronto se dieron cuenta de su error cuando vieron que el campeón de Europa no frenaba su frenética carrera.
Entonces, los rivales echaron mano de las tarascadas. Puyol salvó la primera con soltura. Y en la segunda, el de La Pobla del Segur sacó lo mejor de su reportorio. Con un regate propio de su compañero de equipo Ronaldinho -parece que han ensayado juntos en La Masía- salvó a Shelayev. Vía libre hacia la portería del castigado Shovkovski.
Pero las fuerzas escaseaban. Por eso, levantó la cabeza y buscó a un compañero. Encontró a Torres, éste a Cesc, y el del Arsenal devolvió a Puyol. De cabeza, el central asistió al rojiblanco, que con uno de sus remates al primer toque culminó el puyolazo.