Ronaldo, en la picota

La 'torcida' es un juez implacable que tritura a sus ídolos a las primeras de cambio. Ronaldo no iba a ser menos, aunque sus éxitos con la 'seleçao' y el Real Madrid le avalen. La prensa brasileña dispara sin piedad contra él, haciéndole responsable del mal juego del equipo. Y el delantero responde con un rabioso silencio a la espera del gol

Si hay un país que, a las primeras de cambio, fagocita a sus ídolos, ése es Brasil. Ni siquiera el crédito que significa ser uno de los mayores goleadores de la historia (de momento, superado sólo por Pelé, al que tiene tan sólo a una diana) o haber ganado un Mundial: no vale vivir de las rentas. Que se lo digan a Ronaldo, que, desde que ha echado a rodar el balón en Berlín, está más cuestionado que nunca, cómo si él sólo fuera el causante del juego ramplón de la 'canarinha' en su puesta de largo del martes (y 13) ante Croacia.

Desconectado en el campo

El caso es que el 'Fenómeno' ha sido el que ha cargado con las culpas del grupo que dirige un Carlos Alberto Parreira, al que todavía no le salpican las críticas. De golpe, es como si al astro madridista le hubieran apagado la luz, y no sólo por las salidas a las discotecas (en las que estaban otras 'vacas sagradas' brasileñas) o por las 'palabras cruzadas' con Lula de días anteriores. El '9' del Madrid ha entrado en crisis: en el campo parece desconectado, apático, irreconocible. Sin actitud. Y fuera sigue cariacontecido, con la mirada baja, como si todavía no se hubiera dado cuenta de lo que se cuece en Alemania.

Incluso al acabar el partido, cuando los periodistas se acercan a los jugadores para saber sus impresiones del partido, Ronaldo (también Ronaldinho y Adriano) eludió a los periodistas. «Eso no puede ser, se ha comportado como un adolescente», se quejó un reportero a un dirigente de la Confederación Brasileña de Fútbol.

El diario 'O Globo' también remarcaba en su edición de ayer que el delantero madridista «tuvo una actuación apagada». Más directo e implacable se mostró el 'Folha', de Sao Paulo. «Una de las peores actuaciones de Ronaldo», recogía el diario paulista, que, al igual que la mayoría de la prensa brasileña, hurga en las miserias del delantero con caricaturas y comentarios irónicos de toda índole. Otros tabloides, como el 'Correo Braziliense', ponen al jugador en la báscula con frases del tipo «el cuarteto montado por Parreira sintió el peso de Ronaldo, fuera de forma».

Incluso, una vieja gloria brasileña como Tostao puntúa sin remilgos con un 2 (sobre 10) al 'Fenómeno', que, por supuesto, le pone la nota máxima (un 8) a Kaká. Tostao responsabiliza al ariete del Real Madrid del juego «lento y burocrático del equipo».

Encerrado en sí mismo

Ni siquiera la visita de sus padres y, de momento, los cariños de Parreira han servido para darle la vuelta a la situación. El 'Fenómeno' se resguarda en sí mismo y en el silencio, a la espera de tiempos mejores, de ir afinando la puesta a punto para dar lo máximo con la camiseta de sus amores, los mismos que ahora le dan la espalda a las primeras de cambio. Esto es Brasil, una selección pentacampeona con mucho hambre, con muchas ganas de devorar este Mundial, aunque, en este caso, y si las cosas no cambian, sea a costa de engullir a uno sus hijos otrora predilectos.

Mientras, y en otro ejemplo más de las paradojas que tiene el fútbol, la 'Torcida' ya ha dictaminado que, a la espera de que el «cuadrado mágico» se comporte como corresponde, han encontrado en Dida un héroe coyuntural.