Caruana avisa de que la «ausencia» de reformas hace «vulnerable» a la economía
Denuncia el "retraso" en la reforma del sistema público de protección social, lo que impide aumentar el Fondo de Reserva para pensiones
Actualizado: GuardarEl gobernador del Banco de España, Jaime Caruana, ha advertido hoy de que "se han ampliado" los desequilibrios que afectan a la economía española, y que la "ausencia" de cambios "suficientemente apreciables" para corregirlos la hace "más vulnerable" ante perturbaciones futuras.
En su discurso de presentación del Informe Anual 2005, el último que pronunciará como gobernador del Banco de España, Caruana advirtió también del "retraso" en la adopción de reformas en el sistema público de protección social, lo que impide aumentar el Fondo de Reserva para pensiones, esencial para afrontar el envejecimiento de la población. Lamentó asimismo que no se hayan acometido reformas "más ambiciosas" en el ámbito laboral y calificó de "paso muy tímido" el acuerdo sobre la reforma del mercado de trabajo firmado entre Gobierno y agentes sociales, porque no profundiza lo suficiente en medidas que desincentiven la contratación temporal.
En su discurso ante el Consejo de Gobierno del BE, Caruana ha reconocido que a lo largo del año pasado comenzaron a observarse "señales incipientes" del cambio en el patrón de crecimiento de la economía, porque la demanda interna inició una ligera desaceleración y por la corrección, "igualmente modesta", de la aportación negativa del sector exterior. Sin embargo, advirtió de que en el inicio de este año parece que la tendencia hacia un reequilibrio en la composición del gasto "se ha frenado", y aunque la actividad ha crecido también lo han hecho la inflación y el déficit exterior.
El crecimiento continuará aparejado con la inflación
Caruana admitió que las previsiones apuntan a que continúe el crecimiento y se avance en el deseado reequilibrio entre la demanda interna y la externa, aunque insistió en que es posible que este cambio no adquiera la "intensidad suficiente". Al referirse a la inflación, achacó los altos precios españoles no sólo al encarecimiento del crudo, sino también a la inflación subyacente (que excluye del índice general la energía y los alimentos frescos), cuyo diferencial con la zona euro ha subido "más que el del índice general".
Añadió que la inflación ha ayudado al incremento de los costes laborales, y advirtió de que los aumentos salariales pactados por convenio no han bajado y el impacto de las cláusulas de revisión está siendo elevado "tanto en 2005 como en 2006". Todo ello, dijo, ha repercutido en un bajo aumento de la productividad, perjudicial sobre todo para los sectores que compiten en el exterior. En cuanto al déficit exterior español, Caruana lamentó que el año pasado alcanzase un nuevo máximo histórico, que atribuyó en buena medida al dinamismo de la demanda interna.
Al igual que se señala en el Informe Anual, Caruana insistió en que las Administraciones Públicas deben aspirar a un superávit mayor del que marcan las previsiones oficiales, y reconoció que el impacto recaudatorio de la reforma fiscal que entrará en vigor en 2007 será pequeño, aunque consideró que podría ser necesario "algún ajuste compensatorio" si la economía mantiene su actual dinamismo.