CONTRASTE. Un edificio en construcción junto a un bar de planta baja en Marbella. / JOSELE-LANZA
ESPAÑA

Cada día se construyen 30.000 metros cuadrados, el equivalente a tres campos de fútbol

En las provincias de Málaga, Barcelona y Alicante ya está urbanizado el 50 por ciento de la superficie del primer kilómetro de costa

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La ocupación del suelo se ha acelerado en España durante las últimas décadas hasta transformar cada día una superficie de 30.000 metros cuadrados, similar a la que ocupan tres campos de fútbol. Madrid es la comunidad que tiene un mayor porcentaje de suelo ocupado o artificial (12 por ciento), seguida por los dos archipiélagos (con porcentajes de ocupación superiores al cuatro por ciento), y en tres provincias -Málaga, Barcelona y Alicante- ya está urbanizado el 50 por ciento de la superficie del primer kilómetro de costa.

El crecimiento económico insostenible de hoy puede transformarse en insoportable mañana, según afirmó el director del Observatorio de la Sostenibilidad de España (OSE), Luis Jiménez, quien advirtió de que la ocupación del suelo crece en España a un ritmo muy superior al del resto de países europeos.

Jiménez, que presentó ayer el informe Cambios de ocupación del suelo en España. Implicaciones para la sostenibilidad, repasó las principales conclusiones del estudio, que denuncia el constante aumento de las viviendas principales, de las secundarias y de las desocupadas. Observó que la ocupación del suelo ha sido tan elevada, sobre todo en el litoral, que los propios hosteleros recelan de esa ocupación y alertan de que puede propiciar una «huida» de turistas hacia otros destinos.

Hacia el interior

Jiménez advirtió también de la ocupación del suelo con campos de golf e infraestructuras asociadas a éstos, y de que el sector inmobiliario, tras «colmar» la primera línea, se adentra hacia el interior, en una banda de unos diez kilómetros de ancho.

Por su parte, el catedrático de Geografía Eduardo Martínez de Pisón lamentó que España no haya aprendido la lección de las consecuencias del desarrollismo imperante en las décadas de los sesenta y setenta y que se estén repitiendo los mismos modelos, y estimó que las conclusiones del informe del OSE suponen «una lección moral».

La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, que presidió el acto, coincidió con todos los ponentes al señalar que el modelo económico español «o es más sostenible o no será un modelo de desarrollo» y destacó las nuevas «herramientas» que ha puesto en marcha el Gobierno para conseguirlo. Entre ellas, citó la nueva Fiscalía Especial para perseguir los delitos urbanísticos y contra el medio ambiente, la futura Ley del Suelo o la reforma del Plan Hidrológico Nacional.