El Gobierno vasco se autoinculpa en la querella a Ibarretxe por reunise con Otegi
El tripartito pide que el presidente del tribunal superior de la comunidad explique en el Parlamento la investigación al jefe del Ejecutivo de Vitoria El lehendakari incluyó a Batasuna en los contactos para analizar la tregua
Actualizado: Guardar«Es la primera vez en la historia que a un lehendakari se le abre un proceso penal por defender la palabra y el diálogo». La denuncia está incluida en la contundente declaración institucional leída ayer por Miren Azkarate, portavoz del Gobierno vasco, que arremete contra la decisión del Tribunal Superior de Justicia del País Vasco de abrir un proceso penal contra Juan José Ibarretxe por reunirse con tres dirigentes de Batasuna.
Azkarate compareció ante los medios de comunicación escoltada por los consejeros Joseba Azkarraga (Eusko Alkartasuna) y Javier Madrazo (Ezker Batua-EB) para dar más solemnidad a la denuncia. Con gesto adusto, anunció que el Ejecutivo autonómico, en cuanto reciba la resolución judicial, recurrirá la admisión a trámite de la querella presentada por el Foro de Ermua.
Todos los miembros del consejo de gobierno que preside Ibarretxe decidieron autoinculparse de los posibles cargos si la investigación penal «absurda y sinsentido» sigue adelante, afirmó Azkarate, que añadió que las tres formaciones que integran el tripartito, «ante la gravedad de la situación», ha solicitado la comparecencia urgente ante el Parlamento vasco del presidente del tribunal superior vasco, Fernando Ruiz Piñeiro.
El tripartito pretende que el magistrado explique «la grave vulneración de los derechos fundamentales del lehendakari», «la quiebra que se ha producido en el sistema de separación de poderes», así como sus «continuas manifestaciones sobre las actuaciones políticas de las instituciones vascas».
Por tratarse de una cuestión jurisdiccional, el magistrado puede negarse a dar explicaciones ante la Cámara autonómica. El Gobierno vasco maneja incluso la posibilidad de acudir al Tribunal Constitucional y al Tribunal Europeo de Derechos Humanos para «desenmascarar la vergüenza jurídica» que a su juicio ha cometido el alto tribunal vasco.
El pasado 19 de abril, dentro de la ronda de contactos abierta con los partidos vascos tras el anuncio de alto el fuego permanente por parte de ETA, el lehendakari recibió en el Palacio de Ajuria Enea a los dirigentes de Batasuna Arnaldo Otegi, Juan José Petrikorena y Pernando Barrena. El Foro de Ermua presentó entonces una querella contra Ibarretxe que fue admitida a trámite la pasada semana por el alto tribunal vasco, que ve en aquel encuentro un posible delito de desobediencia y otro de quebrantamiento de medida cautelar.
Indignación
En una comparecencia extraordinaria, Miren Azkarate quiso trasladar a la opinión pública la «indignación» del Ejecutivo de Vitoria: «Es gravísimo que la democracia española pretenda homologarse a las europeas cuando existen leyes que posibilitan que un presidente de Gobierno pueda ser acusado de un delito por mantener encuentros con agentes políticos con el encomiable objetivo de consolidar un proceso de paz».
Después de cargar las tintas contra el tribunal, la portavoz no olvidó a PSOE y PP como padres de la Ley de Partidos, un instrumento que calificó de «aberración política y democrática» que no sirve para avanzar hacia la paz y a la que hizo responsable última del «disparate mayúsculo» que supone «sentar en el banquillo» a un lehendakari que se ha comprometido a impulsar el diálogo. «¿Dónde se ha visto que llevar a cabo un diálogo esté penado por la ley?», arguyó.