Enfermos de síndrome de fátiga crónica
Actualizado: Guardar¿Dónde han visto ustedes una persona con depresión mayor o menor con ganas de vivir, de luchar, de hacer cosas, de salir de la cama, de salir de casa, de disfrutar? Creo que ninguna. Eso ya es una simple muestra de que no estamos mal de la cabeza como nos quieren hacer creer y si no comprueben ustedes mismos.
Sí puede haber personas mal diagnosticadas, o que su médico no ha tenido el suficiente tiempo para dedicar, estudiar y diagnosticar bien al enfermo.
Pido desde aquí que los médicos sepan entender y diagnosticar estas enfermedades, que los enfermos de SFC necesitamos un tiempo de visita mayor (y que eso en estos momentos es difícil) para que se nos escuche, se miren nuestro historial (que representa años de médico en médico buscando un diagnóstico), ya que la sintomatología es muy extensa, y se determine si se han de hacer pruebas para sin dudarlo diagnosticar como es debido. Y que después del diagnóstico, el médico ha de explicar al enfermo lo que conlleva tener una enfermedad como ésta.
Que debemos ser tratados igual que los que padecen otras enfermedades complicadas como pueden ser el SIDA, el cáncer..., ya que por ejemplo una diabetes es fácil de diagnosticar y medicar, pero las nuestras, por su complejidad, necesitan de un estudio a fondo, primero para descartar otras enfermedades y segundo para diagnosticarlas con su grado de gravedad. Una demora de más de un año en diagnosticar el SFC puede causar problemas graves a la salud del paciente.
Por favor, hago desde el fondo de mi corazón un llamamiento a la comunidad médica, hospitales, clínicas, etc., para que no nos dejen de la mano, que se pongan un ratito en nuestra piel, aunque ya sé que es difícil, pero que lo intenten; sólo con la ayuda médica podremos tirar hacia delante, necesitamos médicos dedicados a su profesión y con vocación.
Según Julio Zarca, presidente de SEMERGEN, «el médico tiene que creerse su importancia porque su papel no es sólo profesional, sino también social».