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Cuentas a cero con Renault
La temporada de la duda, del cambio de casa a McLaren, está resultando la mejor para el campeón del mundo
Actualizado: GuardarFlavio Briatore decide la estrategia de la fiesta. Él establece el protagonista azul de cada gran premio, el integrante de Renault que al día siguiente saldrá en los periódicos como destinatario de los parabienes del equipo. Ayer se vio a Fernando Alonso en el podio con Remy Taffin, su ingeniero de motor. Le roció con champán, le hizo subir al cajón, a salir en la foto con Raikkonen y Schumacher. El caso es transmitir buenas vibraciones, que no se vean los intereses, sino el perfil humano. Pocas maniobras quedan a la improvisación en el milimetrado mundo de la F-1.
«No, no ha sido una invitación mía. Flavio elige al miembro del equipo que sube al podio», contó Alonso después de la carrera. Buenos chicos en el campamento azul. Uno para todos y todos para uno, viene a proclamar Briatore en su mensaje de concordia. «Una escudería de F-1 es un gestión de personas, como una tienda de ropa», dijo a ABC en Barcelona.
Briatore está empeñado en mostrar una actitud compacta, sin resquicios en un año difícil para Renault desde otro punto de vista: Alonso se va en 2007.
Según unos portavoces, porque Renault no garantizaba su continuidad más allá de un año. Según otros, porque la vida es así y el dinero es el dinero. El caso es que, no hace más de cuatro meses, cualquier analista ponía en duda la relación entre Renault y el Alonso emigrante. Ahora nadie se acuerda de ello con los fantásticos resultados del piloto a la vista. Alonso ejerce la contundencia. Contesta bravío cuando algo le incomoda. Y así lo hizo ayer: «Yo no tenía ninguna duda. Era una cosa de la prensa. A Renault no le puede dejar de interesar ganar el Mundial, aunque sólo sea por el dinero que se juega. Yo no estaba intranquilo porque sabía que daría el máximo».