La sonrisa de la ciudad
Actualizado: GuardarAlguna vez había buscado, sin éxito, un adjetivo ajustado y original que identificara a Cádiz. Algo que fuera un hallazgo tan afortunado como «la ciudad de los prodigios» que Eduardo Mendoza aplicó a Barcelona, o «la ciudad de las columnas», como Carpentier llamó a La Habana, o «de la alegría», que creo que es Calcuta para Dominique Lapierre. Ahora que Tapsa-Cadigrafía han dado en el lema «La ciudad de la sonrisa» me rindo: es difícil encontrar un calificativo mejor. La marca turística, que desde ayer invade las calles, me gusta, y más sobre el fondo blanco. El concepto es impecable, el diseño tiene un punto jovial y naïf, y el juego gráfico con las olas-luna y la boca sonriente provoca empatía. Espero que salgan pronto muchos chistes sobre ella, será señal de que se ha hecho popular.