La Justicia vasca investiga si hubo delito en la cita de Ibarretxe con Otegi
Actualizado: GuardarEl Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) admitió ayer a trámite la querella presentada por el Foro de Ermua contra el lehendakari Juan José Ibarretxe por reunirse, el pasado 19 de abril, con dirigentes de Batasuna. La resolución cree que tal iniciativa pudo ser delictiva por vulnerar la ilegalización de la formación abertzale dictada por el Tribunal Supremo.
El presidente del gobierno vasco mostró su respeto por la decisión judicial, pero avanzó que no cambiará sus convicciones y su apuesta por un diálogo como instrumento indispensable para la resolución de conflictos. El Foro de Ermua, por su parte, remitió una carta al líder de los socialistas vascos, Patxi López, en la que le advierte de que podría incurrir en un delito si mantiene su intención de reunirse con dirección de la formación ilegalizada.
Tras el anuncio del alto el fuego realizado por ETA, el lehendakari abrió una ronda de contactos con las formaciones vascas para analizar la situación. En ese marco, el 19 de abril acudieron al Palacio de Ajuria Enea, en Vitoria, los dirigentes de Batasuna Arnaldo Otegi, Juan José Petrikorena y Pernando Barrena. De inmediato, el Foro de Ermua se querelló contra Ibarretxe.
Tras analizar el escrito de acusación, el tribunal vasco concluye que, en efecto, la reunión con Batasuna pudo ser delictiva, ya que podría ser constitutiva de un delito de desobediencia y quebrantamiento de condena, al haber violado la suspensión de actividades de Batasuna que ordenó el Supremo en la misma sentencia en la que, en 2003, ilegalizó a la coalición abertzale en cumplimiento de la Ley de Partidos.
El Foro de Ermua acusó también al lehendakari de prevaricación, reunión ilegal y denegación de auxilio a la Justicia, pero el alto tribunal vasco rechaza estos supuestos por entender que no hay cauce legal para aplicarlos a aquel encuentro. Uno de los miembros del tribunal, la magistrado Nekane Bolado, se opuso en voto particular a la admisión a trámite de la querella. En su momento, la Fiscalía del País Vasco no se pronunció sobre la posible ilegalidad de la reunión.
Ibarretxe defendió que Batasuna es «interlocutor necesario» cara a la resolución del denominado conflicto vasco, y por eso le ofreció el mismo trato que al resto de formaciones. Fuentes de la Presidencia del Gobierno vasco indicaron que su titular «no van a renunciar al diálogo para construir la paz y la normalización» desde la «convicción» de que es «el instrumento más valioso» para solucionar el conflicto.
«Confianza»
Fuentes del PNV, por su parte, vieron «la mano del PP» tras la querella del Foro de Ermua y expresaron su «confianza» en la acción de la justicia porque «el diálogo, la palabra, nunca pueden ser considerados delito». Este partido mostró su respeto hacia las víctimas del terrorismo, pero reclamó que «dejen ya de inmiscuirse en la política y no permitan su utilización con fines partidistas».
La «normalidad» con la que vienen actuando los dirigentes de Batasuna desde su ilegalización, a rueda de prensa diaria y cabeza de pancarta en numerosas manifestaciones, llevó al juez de la Audiencia Nacional Fernando Grande-Marlaska a recordar su situación judicial y a cursar órdenes para prohibir cualquier acto público.