Alemania siempre gana

Se abrió el partido inaugural del Mundial con muchos goles y con récord, porque nunca en la historia del fútbol se habían logrado seis goles en el partido inicial. Esto puede ser un indicio de que vamos a ver un Campeonato del Mundo atractivo y con muchos goles.

Alemania se impuso a Costa Rica con un fútbol basado en la condición física y en la profundidad de sus pases. El equipo de Klinsmann mostró los suficientes recursos para superar a la defensa costarricense. Cuando se encerraban en su área, los alemanes no dudaban en disparar desde largas distancias. Con este recurso llegaron los goles de Lahm y Frings y pusieron en serios problemas en la defensa de Costa Rica.

Alemania fue fiel a su estilo de juego: jugaron con mucha intensidad y, además, el gol tempranero de Lahm les liberó de los posibles nervios que podían llegar con el partido inaugural del campeonato. Sin completar un gran encuentro, logró la victoria con merecimiento.

Aún así dejaron algunas dudas respecto a sus ajustes defensivos. Costa Rica superó claramente a la retaguardia alemana por el centro. Los fueras de juego mal tirados que habilitaron a Wanchope generaron una serie de dudas en su sistema defensivo. Aún así, y cuando se incorpore Ballack, el cuadro germano será un potencial finalista por su condición de local.

Costa Rica, por su parte, jugó un fútbol de toque y pase corto, pero sin dar gran profundidad a su juego. Intentó jugar replegado para no dar espacios a Alemania, que le superaba claramente en cuanto a condición física y, por tanto, trató de sujetar el partido a base de repliegues defensivos y acumulando hombres cerca del área. Sin embargo, los alemanes fueron capaces de superar el repliegue defensivo costarricense a base de lanzamientos lejanos.

Por lo demás, hemos asistido a un inicio de Mundial prometedor. Da la impresión de que los jugadores son cada vez mejores técnicamente. Y eso se deja notar en el juego. Además, las mejoras experimentadas en los terrenos de juego, en los balones, y en otros aspectos del juego han ayudado a que, por poner un ejemplo, se hagan seis goles en un partido inicial. Estos partidos, en los que los nervios están a flor de piel, son muy propensos a los empates.

Se está viendo que las selecciones están apostando otra vez, como en los inicios de este deporte, por buscar la portería contraria con decisión y por poner muchos delanteros.