José Rivas, Iván Rodríguez y Andrés Pérez Barbudo. / GONZALO HÖHR
Sociedad

Una década mirando el cielo

La Agrupación Astronómica de San Fernando lleva desde 1996 volcada en la difusión de la Astronomía a través de observaciones, exposiciones e, incluso, colaborando con el Observatorio de la Armada

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El 26 de marzo de 1996 el cometa Hyakutake se aproximó a la Tierra en medio de una gran expectación. Decididos a no dejar escapar la espectacular efeméride astronómica, un pequeño grupo de aficionados isleños decidió hacerle un seguimiento. El resultado de la experiencia fue tan excitante que un mes después optaron por formalizar su afición creando la Agrupación Astronómica de San Fernando. Los 184 socios que hoy la componen celebran en estas fechas su décimo aniversario, un tiempo en el que han organizado observaciones, celebrado conferencias con insignes científicos, organizado exposiciones y hasta han colaborado en campañas internacionales con entidades tan importantes como el Real Observatorio de la Armada. El broche de oro a la conmemoración lo pondrá, el próximo día 15, una conferencia del director del Museo de las Ciencias de Valencia, Manuel Toharia.

«Al principio éramos unas 15 personas y nos reuníamos donde podíamos, en bares o en la Casa de la Cultura», recuerda Andrés Pérez Barbudo, analista en sismología retirado y socio fundador cuya pasión por las estrellas le ha llevado a instalar en la azotea de su casa una cúpula desde la que observarlas. Su entusiasmo contagió al que hoy en día es el presidente de la agrupación, José Rivas, quien rememora cómo en 1999 lograron convocar a miles de personas en la playa de Camposoto para observar un eclipse parcial de sol. «Fue el lanzamiento de la agrupación, atrajo mucha expectación», comenta.

No fue hasta el año 2000 en que pudieron inaugurar su propia sede social en la calle Mazarredo número 28, donde se reúnen tres veces por semana. «Todos los viernes se hacen grupos para salir de observación. Solemos ir a un lugar entre Vejer y Medina, huyendo de la contaminación lumínica», explica Iván Rodríguez, un joven estudiante de Química que hace las veces de secretario de la agrupación.

Observaciones y más

Otras veces no se van tan lejos, y se llevan de noche sus telescopios a Camposoto, a La Magdalena o al parque del Almirante Laulhé e invitan a todo aquel que se acerque a observar de cerca la Luna o los anillos de Saturno.

Cuenta Pérez Barbudo que «cuando la inquietud te pica, te centras en un campo» para explicar que la agrupación isleña está dividida en distintas secciones o especialidades. Así, «hay desde quien se dedica a la astrofotografía digital, otros estudian las estrellas dobles y, a mí, me gusta el cálculo». También hay otro grupo que se encarga de luchar contra la contaminación lumínica. Suyo es el programa «apaga una luz y enciende una estrella» con el que han asesorado al Ayuntamiento isleño para elaborar una normativa que pronto se llevará al pleno.

Pero quizá, la actividad de la que más orgullosos se sientan sea de su participación en el proyecto Phemu'97. Un programa de seguimiento de los satélites de Júpiter en el que colaboraron con el Real Observatorio de la Armada y la Universidad de Cádiz, con quienes mantienen una estrecha relación. Y para quienes piensen que la afición por la Astronomía es un hobby caro que requiere grandes conocimientos, Iván Rodríguez advierte: «Tenemos socios de todas las edades y ocupaciones; y sólo con los ojos, un telescopio mediano o unos simples prismáticos se pueden abarcar infinidad de matices».