Fomento invertirá 24 millones en el tramo móvil pese a que no hay expectativas de utilizarlo
El coste es similar a la ampliación del Carranza y el doble que las mejoras del aeropuerto Podría no abrirse nunca porque Navantia no ha construido jamás barcos de tanta altura
Actualizado: GuardarCostará 24 millones de euros, el doble que la ampliación del aeropuerto de Jerez, pero podría no utilizarse nunca. Se trata de la parte levadiza del tramo móvil del segundo puente, una estructura que no contará con la maquinaria de apertura y la torre de control, dos de los elementos necesarios -sobre todo el primero- para que entre en funcionamiento. Y es que desde su inclusión en el proyecto, forzada por la alegación de Navantia, el Ministerio de Fomento y el autor del proyecto, Javier Manterola, han tenido claro que era una opción que contaba con muchas posibilidades de no emplearse nunca. Inmersa en aquel momento un proceso de reconversión industrial, Navantia reclamó que no se cerrara ninguna posibilidad por pequeña que fuera para conseguir proyectos de más de 69 metros de altura, pese a que nunca se ha hecho ninguno de este tamaño
Hay que recordar que la parte levadiza no será necesaria a menos que Navantia construya algún barco o estructura superior a esos 69 metros de altura (gálibo) con los que se ha diseñado el tercer acceso de Cádiz. Navantia nunca ha hecho uno y los barcos ya existentes de esa altura que quisieran acceder al puerto de Cádiz no necesitarían cruzar el nuevo puente: sólo los que fueran a La Cabezuela o La Carraca. La elección de la altura fue una exigencia del Puerto, aunque en consonancia con lo reclamado por Astilleros.
En un momento en que los trabajadores cortaban el Carranza con neumáticos ardiendo mientras pedían el mantenimiento de la industria naval, el Ministerio optó por modificar el proyecto, sabiendo que era posible que el tramo móvil nunca se usara.
Voz y voto
Manterola reconoció desde el principio que el tramo móvil fue una imposición de Fomento en la que no tuvo «ni voz ni voto» y tampoco oculta que es la parte del puente que menos encaja con su idea del proyecto. En definitiva: es la parte que menos le gusta, ya que considera que desvirtúa en cierta forma el concepto global de un puente muy ligero y con pocos apoyos.
La parte móvil del segundo puente contará con dos láminas levadizas de 92,5 metros cada una que se alzarán mediante una mecanismo formado por un sistema hidráulico que de momento no está incorporado al proyecto. «Tendrá todo para que se puedan colocar los mecanismos pero no estará preparado para moverse», según Manterola.
El ingeniero aseguró que el coste del mantenimiento de este tipo de infraestructura resulta costoso. pese a que la construcción de la maquinaria para alzar los tramos levadizos (parecidos a los gatos hidráulicos de los coches pero a mayor escala) sí es relativamente económica. El tramo móvil, hueco en su interior, contará con unos grandes espacios para esa maquinaria. Otra opción sería trasladar, seguramente por mar, un mecanismo especial cada vez que fuera necesario.
El coste del tramo móvil (sin contar la canal y la maquinaria) es comparable al de la ampliación del estadio Carranza o al del desdoble del tramo Conil-Vejer de la N-340, y es la mitad de lo que costará ampliar las instalaciones del aeropuerto de Jerez.